Desde la recaptura de Joaquín El Chapo Guzmán, las medidas de seguridad en la cárcel de El Altiplano, ubicada a 90 km de la capital mexicana, se han extremado a tal punto que el capo es cambiado de celda todos los días sin previo aviso.

Otra de las disposiciones incluye 2 tanques militares que se han apostado en el exterior del centro penitenciario considerado el más seguro del país, a pesar de que de ese mismo sitio El Chapo escapó en julio pasado por un túnel que llegó hasta la  celda que ocupaba.

Renato Sales, funcionario del penal, explicó a la agencia de noticias AFP que el capo se encuentra ahora en un pasillo distinto, en el que las demás celdas están vacías y que constantemente es cambiado de calabozo de manera imprevisible.

Además, la vigilancia incluye agentes que rotan cada 2 horas en el pabellón, quienes tienen instalada en su casco una cámara de video.

Sales dijo que  El Chapo no tiene ningún privilegio, incluso cuando  regresó la semana pasada a la cárcel, Guzmán pidió infructuosamente que no lo raparan.

Juan Badillo y José González, abogados del narcotraficante, denunciaron que no les han permitido entrevistarse con su cliente. (I)