Los ataques con arma blanca no cesan en Jerusalén. Dos israelíes, entre ellos un adolescente de 13 años, se encuentran en estado crítico tras ser apuñalados por dos palestinos en la estación del tranvía de Pisgat Zeev, en el norte de Jerusalén. Un policía, que estaba cerca del lugar, abatió a los 2 agresores.

El ataque ocurrió minutos después de que una joven palestina apuñalara e hiriera levemente a un policía israelí al norte de la Ciudad Vieja de Jerusalén. La atacante resultó herida de gravedad tras dispararle el propio agente perteneciente a la Policía de Frontera.

El origen de esta situación yace en las irrupciones y los ataques de soldados israelíes contra los palestinos en la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds, sitio religioso de suma importancia para los musulmanes.

Como reacción a la acción israelí, los palestinos han atacado con arma blanca a algunos soldados y civiles israelíes, y en la mayoría de los casos han muerto a tiros por las fuerzas de ocupación.

Desde el sábado 3 de octubre en  que el palestino Mohannad Halabi mató a dos israelíes e hirió a una mujer y un bebé en una callejuela de la Ciudad Vieja, este enclave ha sido testigo de varios ataques palestinos a israelíes que suman ya 17. Un israelí también apuñaló e hirió a un beduino y tres ciudadanos árabes en la ciudad sureña de Dimona.

Los medios locales también difundieron imágenes del ataque de anteayer con arma blanca ante la Puerta de Damasco, en la entrada a la vieja ciudad amurallada. Captadas por las cámaras de seguridad, las imágenes muestran a un policía, acompañado por miembros de su unidad, que pide la documentación a un palestino que estaba sentado en la entrada. Cuando este entrega su carné de identidad, saca un cuchillo y ataca al policía. En pocos segundos, los policías le disparan y lo matan.

La tensión es tal que aumenta cada día el riesgo de que se produzca una masiva revuelta palestina, bajo la forma de una tercera intifada. Además, se reaviva el temor a los atentados con bomba que durante la segunda intifada (2000-2005, la primera data de 1987) sembraron el terror en la población israelí.

El ministro palestino de Relaciones Exteriores, Riad al Malki, consideró este lunes “prematuro” calificar de tercera intifada la actual oleada de violencia en Israel y en los Territorios Palestinos, y opinó que todavía se puede controlar la situación. Una reciente encuesta reveló que la mayoría de los palestinos está a favor de un regreso de la rebelión armada, en ausencia de negociaciones de paz.

En varios puntos de la Cisjordania continuaron el fin de semana los disturbios. El niño palestino Ahmad Sharaka (13) murió por disparos israelíes en los choques en la zona El Bireh, cerca de Ramala. (I)