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La campaña de Trump está bajo investigación
Fiscal general de EE.UU. niega colusión con el Gobierno ruso
Washington.-
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, afirmó ayer que nunca se reunió con ningún funcionario del Gobierno ruso con el objetivo de influir en las elecciones presidenciales de 2016.
“Nunca me he reunido ni he tenido ninguna conversación con ningún funcionario ruso o con ningún funcionario de ningún Gobierno extranjero para influir en las elecciones de Estados Unidos”, afirmó ayer Sessions ante el Comité de Inteligencia del Senado, encargado de investigar la supuesta injerencia rusa en los comicios.
Jeff Sessions aseguró que cualquier insinuación de que conspiró con el Gobierno ruso para influir en las elecciones de 2016 constituye una falacia. “Cualquier sugerencia de que he participado en cualquier colusión con el Gobierno ruso para herir a este país, al que he tenido el honor de servir durante 35 años, o que he tratado de socavar la integridad de nuestro proceso democrático, es una mentira espantosa y detestable”.
En referencia a sus contactos con el embajador ruso en Washington, Sergei Kislyak, cuando formaba parte de la campaña de Trump, dijo que sus reuniones no tuvieron vínculo con temas de la campaña.
La declaración llega luego de que el jueves pasado el exjefe de la Agencia Federal de Investigación (FBI), James Comey, testificó ante el mismo comité sobre su vínculo con el presidente, los motivos de su despido y las supuestas presiones que habría recibido por parte de Trump para finalizar la investigación sobre el exasesor de seguridad, Michael Flynn.
Sessions respondió ayer a preguntas sobre sus vínculos con autoridades rusas, a fin de aclarar si entregó información imprecisa al Congreso de forma deliberada, mientras un panel del Senado investiga la supuesta intervención de Moscú en la elección de 2016.
Ante la pregunta de por qué decidió recusarse de la investigación de la interferencia rusa, Sessions dijo: “No me recusé debido a que yo había hecho algo indebido en la campaña sino debido a una regulación que dice que los empleados de los departamentos no deben participar en una investigación de una campaña si fueron parte de ella”.
También aseguró que en todo momento se ajustó a los estándares más altos y defendió su reputación en décadas de trabajo.
La presión demócrata
Sessions responde las preguntas de sus excolegas del Senado, ya que él era senador por Alabama antes de aceptar la posición como fiscal general para la que el presidente Trump lo propuso.
Durante la campaña, él tuvo contactos con el embajador Kislyak, algo que no dijo ante el Senado en sus audiencias de confirmación para ser fiscal.
Por ello, y por la presión que ejercieron los demócratas, Sessions tuvo que recusarse de la investigación de los lazos rusos con la campaña de Trump. Ante el Senado, Sessions niega que esos sean los motivos de su recusación sino que citó una cláusula existente.
Otro punto clave que está bajo la lupa y por el que seguramente será indagado es si tuvo algún rol en el despido sorpresivo de James Comey del FBI, hombre que llevaba adelante la investigación, ya que, al estar recusado, sería una intervención por parte de Sessions en las pesquisas.
Un ingrediente más que inflama las expectativas sobre la investigación y esta indagatoria es que desde hace varios días circulan rumores respecto a que Trump evalúa despedir a Robert Mueller, el fiscal especial nombrado para llevar una pesquisa independiente tras el despido de Comey y la recusación de Sessions. (I)