En España y Bruselas, así como en otras regiones europeas, miles de opositores al futuro Acuerdo Transatlántico de Libre Comercio e Inversiones (TTIP) entre la Unión Europea (EU) y Estados Unidos, efectuaron el fin de semana varias manifestaciones para paralizar la nueva ronda de negociaciones que comienza hoy en Nueva York.

El 18 de abril, en el marco como el Día internacional contra los tratados de libre comercio e inversiones, se impartió una campaña de conciencia a la población mundial sobre el nuevo modelo que se está negociando desde junio de 2013.

El acuerdo abrirá a Europa a los transgénicos, privatizará servicios públicos y se establecerá un órgano de cooperación internacional para controlar las decisiones judiciales de los propios Estados: especie de tribunal con predominio de las transnacionales.

Según los manifestantes, el TTIP es un rechazo contra los mercados locales. El objetivo de sus protestas es descubrir una negociación que destaca por efectuarse sin transparencias, ya que consideran que solo beneficia a las multinacionales.

En Bruselas se registraron 2.000 personas en la marcha, mientras que en España más de 20 ciudades se levantaron con el reclamo de paralizar esas negociaciones.

Juan López, portavoz del partido Equo, dijo que de entrar en vigor, se registrará un retraso enorme de los derechos adquiridos en más de un siglo de luchas ya que en particular pide la eliminación del mecanismo propuesto para solucionar las disputas inversor-Estado. Esto proporcionará a las empresas derechos exclusivos para demandar a los gobiernos y aquellas leyes que consideren lesivas a sus beneficios. (I)