Madrid.-

El sector ferroviario de España realizó ayer su segunda huelga de 24 horas convocada por los sindicatos, en protesta por la liberalización del transporte de viajeros aprobada por el Gobierno. La medida coincidió con los paros convocados por transportes públicos de Madrid y Barcelona, donde se generó retrasos y aglomeraciones, además de problemas de tráfico.

Según la Dirección General de Tráfico (DGT), tanto en la ciudad de Madrid como en la de Barcelona hubo problemas en todos los accesos; solo las carreteras madrileñas sumaron 120 kilómetros de atascos. Tres sindicalistas fueron detenidos en la estación de Atocha de Madrid por desobediencia y resistencia a la autoridad.

La Confederación General del Trabajo (CGT) denunció en un comunicado  la represión policial en Madrid que lastimaron a varios trabajadores que protestaban contra la liberalización de los metros de Renfe, Adif y Feve. “El resultado de esta carga (represión) ha sido de varios trabajadores contusionados”, adujeron sus responsables.

Mientras que la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) cifraron en un 98% el seguimiento del paro parcial convocado para ayer en el Metro de Madrid, en protesta por la rebaja salarial a los trabajadores de la compañía y la subida de las tarifas del suburbano.

Entre las 8:00 y las 8:45, varios centenares de trabajadores, unos 500 según los sindicatos, se concentraron en la Puerta del Sol. A mediodía, decenas de trabajadores corearon: “libertad, detenidos”, en los vestíbulos de Cercanías de Renfe en Atocha. Estas huelgas en el metro de Madrid y otras que se realizarán los días 21 y 28 y el 1 de octubre fueron aprobadas el pasado 6 por los trabajadores.

Pese a la medida se cumplió con los servicios mínimos establecidos por ley. En el caso de los trenes AVE y de larga distancia, de los 358 trenes afectados por la huelga, la segunda convocada por la liberalización del sector tras la del pasado 3 de agosto, circularon 261 y 97 serán cancelados, lo que supone unos servicios mínimos del 73%. Para los trenes interurbanos, se garantizan unos servicios mínimos del 65%, por lo que de los 587 trenes afectados por la huelga circularon 382 y 205 serán cancelados.

A primera hora de ayer, en las estaciones de Chamartín y en Nuevos Ministerios, los esfuerzos por acceder a los atestados vagones causaron fricciones entre algunos usuarios en varios puntos de la red, mientras en otros las personas hicieron gala de su paciencia.

Por su parte, centenares de empleados de Renfe, Adif, Metro y Bus de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), unos 2.500 según los sindicatos, se manifestaron en la ciudad para protestar contra la liberalización del sector ferroviario. Tras concentrarse ante la sede de la Consejería de Territorio y Sostenibilidad, los trabajadores se dirigieron a Plaza de España, desde donde prosiguieron la marcha hasta llegar a plaza de San Jaume.

El secretario sindical de la UGT de Cataluña, José Bravo, y el de Metro de CCOO, Ignacio Pérez, criticaron los servicios mínimos decretados por la Generalitat al considerarlos “abusivos”, pero ambos apuntaron que el 90% de la plantilla secundó la huelga.