Decenas de migrantes, entre ellos niños de corta edad, murieron ahogados ayer tras caer de una embarcación sobrecargada cerca de las costas de Libia, donde la tensión aumenta entre oenegés y los guardacostas locales.

Sus pares italianos, que coordinan operaciones de rescate en la zona, informaron la existencia de 20 cadáveres, en tanto que Chris Catrambone, de la ONG maltesa Moas avisó luego sobre 31 cuerpos.

“La mayoría eran niños muy pequeños”, tuiteó, publicando fotos de viajeros pidiendo auxilio en el agua y de sacos mortuorios blancos apilados en el puente (del barco).

Los migrantes eran parte de las entre 500 y 700 personas hacinadas en un barco de madera que navegaba a 20 millas náuticas de la costa de Zuara, 100 kilómetros al oeste de Trípoli, en Libia.

Cuando los equipos del ‘Phoenix’, fletado por la oenegé maltesa Moas, comenzaron a intervenir y repartir chalecos salvavidas, una parte de los que iban en la cubierta cayeron al agua, tal vez por efecto del oleaje.

Con la ayuda de una patrullera de los guardacostas italianos y barcos mercantes, los socorristas trataban de salvar al máximo de personas posible, pero unos se ahogaron. (I)