El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, anunció tras su reunión en la Moncloa con el presidente del Gobierno de España en funciones, Mariano Rajoy, que su partido no apoya la continuidad de este ni de su Partido Popular (PP) en el Ejecutivo, con lo que cierra la puerta a darle su voto para su investidura. Anunció, además, que buscará formar un “gobierno de cambio” y que tras el resultado de las elecciones generales, “el PSOE optará por presidir el Congreso de los Diputados”.

Por otra parte, el líder del PSOE aseguró que la celebración de unas nuevas elecciones en caso de no haber acuerdos para formar gobierno es “la última de las opciones”. “No queremos que haya nuevas elecciones, no vamos a aceptar esa hipótesis”, insistió.

Rajoy y Sánchez mantuvieron ayer una reunión breve, de apenas 45 minutos, que empezó con un frío saludo en su primer encuentro en el Palacio de la Moncloa tras las elecciones del 20 de diciembre, con el que el jefe del Ejecutivo abrió las negociaciones para tratar su investidura.

En su reunión, Sánchez dijo a Rajoy que respeta “la democracia, los plazos y los procedimientos”, de modo que esperará a que el PP, que resultó primera fuerza política tras las elecciones, tenga la iniciativa para “intentar formar gobierno”. “No hay atajos”, subrayó.

Sin embargo, también le mencionó que los socialistas entienden que los españoles quieren “cambiar el gobierno, que el cambio sea progresista y que esté presidido por el diálogo que ha faltado estos cuatro años por parte del PP”.

En consecuencia, el líder del PSOE hizo saber a Rajoy que “sería razonable que quien presidiera el Congreso fuera el PSOE” para que la “nueva etapa política en España” se vea reflejada en “la pluralidad parlamentaria y en la Mesa del Congreso de los Diputados”.

Asimismo, Sánchez instó al PP a intentar lograr la mayoría parlamentaria necesaria. “Si lo consiguen, podrán contar con nosotros para hacer una oposición útil y leal”. Y como ejemplos concretos, citó su disposición a llegar a acuerdos en “cuestiones de Estado” como “la defensa de la integridad territorial y la lucha contra el terrorismo yihadista”. Pero si no lo logran, el líder del PSOE dejó claro que los socialistas van a “trabajar porque haya un gobierno de cambio”. Y para ello están dispuestos a “explorar todas las opciones”.

La ajustada victoria electoral del (PP), con 123 escaños, lejos de la mayoría absoluta (176), obliga a Rajoy a conseguir la abstención de los 90 diputados socialistas y los 40 del centrista Ciudadanos para poder gobernar en minoría.

Ciudadanos, la cuarta fuerza parlamentaria, anunció su abstención para permitir la gobernabilidad, mientras que el PSOE, amenazado por el partido de izquierda radical Podemos (tercera fuerza con 69 escaños), descartó hacer lo mismo.

El líder socialista explicó que su partido se va “a ofrecer para liderar las negociaciones con el resto de fuerzas políticas”. En este sentido, declaró que la “nueva etapa política no puede estar presidida por las líneas rojas”, sino por el diálogo. “Frente a quienes trazan líneas rojas, nosotros vamos a tender puentes”, afirmó. La oferta de Sánchez se dirigía a todas las fuerzas políticas, sin exclusión.

Rajoy, por su parte, afirmó que la actitud de Sánchez impidió hablar de los asuntos que, a su juicio, interesan a los españoles. El ‘no’ del socialista para garantizar su investidura fue tan rápido, al parecer, que no hubo margen para hacer ninguna oferta, señalaron fuentes gubernamentales, informó Europa Press.

“No es el mejor de los comienzos”, reconoció tras la reunión el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maíllo. Pero “estamos en el primer asalto (...) Queda tiempo y espacio suficiente”.

El vicesecretario fue incisivo a la hora de apuntar que se trata solo de un “primer encuentro” y señaló que “queda un camino por delante” porque la convocatoria de unas nuevas elecciones “no es la mejor opción”. Maíllo no profundizó en la oferta de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, de un pacto de gobierno a tres, pero dijo que “cuanta más estabilidad, mejor”.

El próximo lunes Rajoy se reunirá con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos, Albert Rivera. El objetivo, según Martínez Maíllo, es “dotar a España de un gobierno estable” lógicamente liderado por el PP. (I)