El presidente de Siria, Bashar al Asad, efectuó ayer una visita sorpresa a una unidad militar en Daraya, localidad de la provincia Damasco, una de las zonas que registra  cruentos combates contra mercenarios alrededor de la capital.

La visita del mandatario, la primera fuera de Damasco en más de un año, coincide con el aniversario 68 de la fundación del Ejército Árabe Sirio y en momentos que dicha institución consolida su avance ofensivo contra los grupos opositores armados, sobre todo en los alrededores de la capital y la central provincia de Homs.

La oficina de Comunicación de la presidencia publicó una foto de Al Asad en el lugar con dos soldados, extendiéndole la mano a uno de ellos.

En su condición de comandante en jefe, Al Asad envió con anterioridad un mensaje de felicitación a las Fuerzas Armadas en el cual reconoció su capacidad para cumplir las misiones asignadas y demostrar que sigue siendo un ejemplo de valentía, honestidad y lealtad a la patria.

Reafirmó, asimismo, su fe en la victoria contra los grupos irregulares que disponen de incondicional asistencia internacional para derrocar por la fuerza al gobierno. “Si no tuviéramos confianza en la victoria, no hubiéramos podido enfrentar más de dos años de agresión”, subrayó el gobernante.

Agregó que los uniformados continuarán demostrando su coraje y liquidarán el terrorismo. (PL)