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La capital colombiana ya tiene un día sin automotor, donde 1,8 millones de vehículos dejan de circular
El alcalde de Bogotá propone implementar la hora pico sin carro
Sin que los ecos del día sin carro en Bogotá se hayan disipado totalmente, ya que sacó de circulación a 1,8 millones de carros, el alcalde Enrique Peñalosa hizo otra propuesta. Se trata de establecer entre los bogotanos una hora ‘pico’ sin carro o durante la alta densidad en la movilidad.
En efecto, la administración bogotana estudia una iniciativa que busca una reducción vehicular en horas de la mañana.
El alcalde dijo que su alcaldía propone que se transforme el día sin carro por una hora sin carro, es decir, que cada día los capitalinos tendrían tiempos en que los vehículos no podrán transitar.
Esto se sumaría a la jornada de ‘pico y placa’ o restricción vehicular que ya viven los capitalinos, que va desde las 06:00 hasta las 08:30 y desde las 15:00 hasta las 19:30.
“Es interesante el ejercicio de horas pico sin carros en la mañana cuando se concentra el transporte escolar en Bogotá”, dijo el alcalde.
Una de las razones para que se piense en esa alternativa es la congestión que se presenta entre las 06:00 y 08:00, cuando los buses recogen a los escolares para llevarlos a los centros educativos.
La iniciativa, que por ahora está en estudio, fue compartida con un grupo de empresarios con el ánimo de mejorar la movilidad en la ciudad.
Para Rodrigo Escobar, un ejecutivo que trabaja en una multinacional y que todos los días usa su vehículo para transportarse entre su residencia y lugar de trabajo, la propuesta del alcalde ‘no es justa’. “No estoy de acuerdo, porque todos pagamos impuestos por el uso del carro, además los servicios de transporte masivo son malos. Bogotá debería tener ya un metro, como lo tienen las principales ciudades del mundo”, comentó.
De esta forma, la propuesta del burgomaestre no está exenta de críticas de quienes consideran que irá en detrimento del sector productivo de la capital, y de cientos de usuarios que consideran que también es necesario bajar el valor del impuesto de rodamiento (va de 1,5% al 3,5% y varía de acuerdo al valor del carro) ante la imposibilidad de transportarse en sus propios vehículos.
El balance del ‘Día sin carro’ que se realizó el pasado jueves, señala que el uso de Transmilenio (buses articulados de transporte masivo) aumentó 14% con respecto al mismo día de 2015. En los buses azules –alimentadores- se mantuvo el incremento del 24%.
Durante la jornada del ‘Día sin carro’, 292 vehículos fueron sancionados por infringir la restricción.
La circulación se restringe
A diario en Bogotá circulan 1,5 millones de carros y 450.000 motocicletas. En los cálculos de la Secretaría de Movilidad se tiene reportado que 15 de cada 100 bogotanos tienen carro y se espera que ese número no se incremente.
De otro lado, este tipo de iniciativas para desestimular el uso del carro tiene amigos y detractores. Por ejemplo, para Paúl Bromberg, exalcalde de Bogotá, el no uso del carro muestra que esta es una sociedad frívola, que recibe premios por algo que ninguna ciudad seria hace y que le causa un bajón a la economía. En su ideal de movilidad, la capital “tendría que ser otra. No esta, que es muy densa y grande”.
Hay otros que son críticos, pero menos pesimistas, como José Stalin Rojas, director del Observatorio de Logística y Movilidad de la Universidad Nacional. Aunque dice que el día sin carro es una medida desgastada y le apostaría más a un día con carro compartido, cree que fortaleciendo el sistema de transporte público se puede mejorar la movilidad. “Hay que apurar la construcción de troncales”, sostiene.
De la misma forma opina Eduardo Behrentz, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, quien, además, considera vital mejorar la infraestructura del transporte. “Tener una mejor red de Transmilenio, mejores puentes y hasta mejor asfalto para las vías influirían en la velocidad de movilización”.
Esas mejoras, añade, deberían desincentivar el uso de carros particulares y, en especial, de motos, a las que considera “la gran tragedia de las ciudades colombianas, por contaminantes, peligrosas, ruidosas y excluyentes”. “Una red ágil y amplia que llegue hasta el ciudadano que ayer tuvo que caminar más de la cuenta”, añade.
Para Carlos Pardo, director de la Fundación Despacio, más allá de la red de trasporte, el camino a una Bogotá que se mueva eficientemente pasa por el cambio en las políticas de desarrollo urbano y del uso de suelos.
“Los viajes tienen que ser cortos y menos frecuentes, para hacerlos en otros medios alternativos de transporte”. Para esto, los corredores de transporte masivo tendrían que estar conectados con centros de actividad, adecuadamente definidos y repartidos.
“Que no todos tengan que irse hasta el centro para trabajar”, agrega Pardo, quien sueña una ciudad mejor conectada, para los peatones y usuarios de la bicicleta, con cuadras cortas y amigables para el caminante.
En esa idea reside la otra gran apuesta de los expertos: el uso de medios de transporte alternativos, más eficientes y limpios, para los cuales, dice Beherentz, Bogotá tiene cualidades ideales. En general, es una ciudad plana y compacta. Además, tiene 440 km de ciclorrutas, más que en cualquier otro lugar de Latinoamérica. Esta idea también cala en ciudadanos como Mary Pereira, para quien “lo ideal es la cicla”, aunque “falta más parqueaderos y brindarle seguridad al ciclista”, dice.
Pero el exalcalde Bromberg tiene reparos con la bicicleta como una apuesta para mejorar la movilidad. “En Bogotá las bicicletas tienen montones de obstáculos y riesgos. Sirven para una porción pequeña de personas, como los jóvenes y aquellos que no tienen que transportar a sus hijos”.
A pesar de la controversia que genera el tema de la movilidad, lo claro es que el uso del carro puso a la ciudadanía a pensar en la forma cómo se desplaza entre su casa y el trabajo.
Al final, la conclusión que dejan los expertos es que mejorar la movilidad es un gran reto que requiere medidas urgentes. Las ideas están sobre la mesa. (I)
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Incendios forestales también afectan
Capital registra altos niveles de contaminación
A la contaminación que generan los vehículos, se unen los incendios forestales que se han registrado en los últimos días y que han generado la disminución de la calidad del aire en Bogotá.
De acuerdo con datos del Observatorio Ambiental de Bogotá, algunas de las 10 estaciones de monitoreo han registrado niveles que superan los recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Mientras el indicador de Material Particulado (PM2,5) debe ser máximo de 100 micras, en zonas de la ciudad como Teusaquillo, El Tunal y San Cristóbal hubo momentos del día en el que el indicador llegó a 180 micras.
Es decir, hubo momentos en que el aire bogotano llegó a niveles como los de Nueva Delhi, la capital más contaminada del mundo. El material particulado, que es más pequeño que el grosor de un cabello, es dañino especialmente para niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades respiratorias. La pérdida vegetal también aumenta el efecto invernadero y hace que los animales se queden sin su hábitat. (I)