La despenalización del aborto por violación genera conflictos políticos en Ecuador y también en Estados Unidos, país que escogerá a su presidente en noviembre de este año. 

El congresista republicano Todd Akin, diputado desde el 2001, causó un escándalo en su país tras declarar que:  "Si se trata de una verdadera violación, el cuerpo de la mujer intenta por todos los medios bloquear todo eso". A estas declaraciones agregó: “En aquellos casos en que eso no suceda, creo que habría que tomar represalias. Pero el castigo debe recaer en el violador y no en el niño".

En seis ocasiones, una parte de los norteamericanos ha escogido al senador como su representante. Además, lo respalda el sector ultraconservador del Tea Party.

Sin embargo, sus palabras no han encontrado respaldo en el candidato republicano a presidente Mitt Romney y en su compañero de fórmula Paul Rayn.

"Los comentarios del representante Akin sobre las violaciones son insultantes, imperdonables y, francamente, equivocados", declaró Romney al sitio conservador National Review Online. "Como a otros millones de estadounidenses, nos parecen ofensivos".

Romney agregó que tenía "un punto de vista completamente diferente" al de Akin. "Lo que dijo carece de sentido y debería corregirlo", agregó. A pesar de su crítica a las declaraciones del representante republicano, la campaña de Romney se basa en el rechazo al derecho al aborto.

El candidato republicano ha expresado anteriormente críticas al caso Roe versus Wade que reconoció el derecho al  aborto tras una violación en Estados Unidos. En 1970, dos abogadas defendieron  a Norma Mcorveym, frente al Estado de Texas. La mujer alegaba que su embarazo fue producto de una violación y quería interrumpirlo.

Sobre esta decisión de las cortes, Romney ha declarado anteriormente: “Me gustaría ver Roe versus Wade  eliminada y que sean los estados y el pueblo quienes tengan la habilidad de imponer legislación a favor de la vida”.

Según un informe de 2011 de la Asociación de Obstetras, cada año se realizan "entre 10.000 y 15.000 abortos por embarazos producidos por una violación o un incesto".

Akin retrocedió en su posición inicial, públicamente, emitiendo un comunicado en el que reconoce que había cometido una torpeza y que sus declaraciones no reflejaban "la profunda empatía que siente por las miles de mujeres que cada año son víctimas de violación".