Estados Unidos anunció ayer que cesará de deportar a jóvenes indocumentados que llegaron al país con menos de 16 años, que no tienen antecedentes criminales y que cumplen con criterios académicos o que sirven en el Ejército.

Los jóvenes podrán solicitar un aplazamiento de permanencia de dos años y ese periodo estará sujeto a renovación, dijo la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.

Este cambio de estrategia en deportación, a pocos meses de las elecciones presidenciales, atiende uno de los principales reclamos de organizaciones de defensa de los indocumentados en los últimos años.

“No tiene sentido expulsar a jóvenes talentosos (...) simplemente a causa de las acciones de sus padres o de políticos", dijo el presidente de EE.UU., Barack Obama, en una declaración en la Casa Blanca, que fue interrumpida por un periodista que se oponía a la medida.

"Esto no es una amnistía. Esto no es inmunidad. No es un camino para lograr la ciudadanía", advirtió Obama.