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En 100 años solo 4 jefes han cumplido este tiempo

Cameron lidera hace una década a conservadores

David Cameron, de ascendencia aristocrática, se convirtió en primer ministro en 2010 al quedar al frente de una coalición junto a los liberales democráticos. Foto: static.guim.co.uk
David Cameron, de ascendencia aristocrática, se convirtió en primer ministro en 2010 al quedar al frente de una coalición junto a los liberales democráticos. Foto: static.guim.co.uk
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El primer ministro británico, David Cameron, cumplió una década como líder del Partido Conservador, en medio de fuertes críticas por haber autorizado bombardeos aéreos en Siria y por masivos recortes al sector público. 

Elegido en 2005, a los 39 años, Cameron prometió “inspirar a una nueva generación de electores”, sin embargo sus políticas se centraron principalmente en los ajustes presupuestarios, la reducción de subsidios públicos y medidas que llevaron a una mayor vigilancia y espionaje de los ciudadanos.

El político de ascendencia aristocrática, que estudió en el exclusivo colegio elitista de Eton antes de asistir a la Universidad de Oxford, se convirtió inicialmente en Primer Ministro en 2010 al quedar al frente de una coalición junto a los liberales democráticos.

Sin embargo, en mayo pasado su partido logró obtener una mayoría en las elecciones generales para encabezar un gobierno conservador.

Cameron se convirtió ahora en sólo el cuarto jefe de los Conservadores en los últimos 100 años en cumplir una década como líder de esa agrupación, detrás de Stanley Baldwin, Sir Winston Churchill y Margaret Thatcher.

Su promesa de no presentarse a las próximas elecciones generales, previstas para 2020, implican que no podrá superar el récord de la llamada “Dama de Hierro”, que lideró a los conservadores por 15 años, nueve meses y 17 días.

Cameron se había convertido por primera vez en jefe de los conservadores tras superar en la contienda interna a su colega David Davis, y cautivar a los delegados “tories” con su elocuencia a la hora de dar discursos.

Considerado como la respuesta joven a Tony Blair, Cameron logró inicialmente cambiar la imagen de los conservadores como partido “agresivo contra los pobres”, presentando a la agrupación como “moderna”, “rejuvenecida” y “en favor de las familias británicas”.

En 2008 y en medio de la peor recesión económica en décadas que sufrió Gran Bretaña, Cameron desafió al por entonces primer ministro, el laborista Gordon Brown, a llamar a elecciones adelantadas para un cambio de poder después de 10 años de gobiernos laboristas.

Sin embargo, el líder conservador tuvo que esperar otros dos años antes de poder ingresar al número 10 de Downing Street, la residencia oficial en Londres del Primer Ministro británico.

Cameron no logró obtener una mayoría absoluta en los comicios generales de 2010, y sorprendió a muchos analistas y expertos políticos al conformar junto a los Liberales Democráticos, la primera coalición de gobierno en Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Su primer período de gobierno estuvo signado por los amplios recortes al gasto público, sendos disturbios y revueltas populares en ciudades de Inglaterra, el escándalo de los teléfonos pinchados, y la recuperación económica tras la recesión.

Durante su primera gestión como mandatario ordenó también el envío de aviones de combate a Libia, se negó a negociar la soberanía de las Islas Malvinas con el gobierno de Argentina y, entre otras cuestiones, se opuso al programa nuclear iraní.

En 2014, su gobierno respiró aliviado por el triunfo del ‘No’ a la independencia de Escocia, en un referéndum pactado con el gobierno nacionalista de Edimburgo.

Desde que en mayo pasado consiguió una mayoría suficiente en las urnas para conformar un gobierno conservador, Cameron prometió convocar para 2017 un referéndum sobre la membresía británica en la Unión Europea (UE), en caso de no lograr un acuerdo con Bruselas por reformas en áreas como Inmigración, independencia de Parlamento, Pesca y otros asuntos.

También decidió extender los bombardeos aéreos contra blancos del Estado Islámico (EI) de Irak a Siria y prometió que reducirá en cientos de miles el número de inmigrantes en el Reino Unido.

Nacido el 9 de octubre de 1966 en Londres, e hijo del inversor y banquero Ian Cameron y de la inglesa Mary, Cameron comenzó a trabajar para el Partido Conservador en 1988, como becario en los Ministerios del Tesoro e Interior.

En 1996 se casó con Samantha, con quien tiene tres hijos Nancy, Arthur y Florence. Su primer hijo, Ivan- que padecía de parálisis cerebral y del síndrome de Ohtahara, falleció a los seis años, en 2009.

Desde 2001, Cameron representa a la bancada parlamentaria de Witney, condado de Oxfordshire, en el suroeste de Inglaterra.

“El país que dejará antes de las próximas elecciones generales será completamente diferente al que conoció hace una década. Para sus aliados, será un país más libre y próspero, para sus oponentes, una nación más cruel y desigual que nunca antes, liderada a partir de una doctrina de ideas falsas”, afirmó el dramaturgo, escritor y autor de la obra “La coalición”, James Graham.

Por su parte, el autor Peter Snowdon, autor del libro “Cameron en el número 10”, sostuvo que el Primer Ministro “no es querido dentro de su partido”.

“No cuenta con el afecto de un líder carismático, pero muchos conservadores creen que de todos, es el mejor para liderar a la agrupación”, sostuvo.

“Ha mantenido por momentos una relación muy difícil y complicada con su partido”, agregó Snowdon.

Una reciente encuesta de la consultora YouGov concluyó que para la mayoría de los británicos, Cameron es un político visto como “elitista”, “arrogante” y “presumido”. (I)

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