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Cadena de atentados en Irak
Al menos 107 personas murieron en Irak y otras 214 resultaron heridas en una cadena de 27 atentados con coches bomba que es interpretada como un repunte de la violencia sectaria.
Nadie ha reivindicado los ataques, que tuvieron como objetivos las zonas chiíes de Bagdad, Taji y Kirkuk. El gobierno, sin embargo, acusa a Al Qaeda.
“Los últimos ataques son un mensaje de que Al Qaeda en Irak quiere provocar una sangrienta guerra sectaria”, dijo un alto cargo de seguridad iraquí bajo condición de anonimato.
“Con lo que está ocurriendo en Siria, estos ataques deberían tomarse como una potencial amenaza para nuestro país. Al Qaeda está intentando empujar a Irak al borde de una guerra entre chiíes y suníes”, advirtió.
La violencia sectaria alcanzó su máximo nivel en 2006-2007, pero los ataques mortales han persistido mientras las tensiones políticas entre la mayoría chií de Irak, los suníes y facciones kurdas aumentaron desde la retirada de las tropas estadounidenses del país en diciembre.
Los suníes, aunque son una minoría en Irak, fueron el grupo dominante durante el régimen del derrocado dictador Saddam Hussein, un suní.
Ahora los suníes se sienten vulnerables al gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, de mayoría chií, acusado de avivar las tensiones sectarias al marginar a los socios de la coalición suníes y kurdos.