El presidente Evo Morales rechazó ayer la negativa de Estados Unidos de extraditar a Bolivia al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, procesado por delitos de lesa humanidad, y pidió a Washington no convertirse en “refugio de delincuentes y genocidas” y en “paraíso de la impunidad”.

“(Hemos recibido) el jueves una nota del Gobierno de los Estados Unidos negando la extradición de quienes hicieron mucho daño a Bolivia, de quienes políticamente decidieron el mal uso de las Fuerzas Armadas”, dijo el mandatario.

Rogelio Mayta, promotor del juicio a Sánchez, dijo: “No nos sorprende (la decisión) porque los EE.UU. nos ha dado miles de ejemplos de una doble moral: por una parte nos dice que es paladín de la democracia y por otra no le importa los derechos humanos”.

Sánchez de Lozada huyó a los Estados Unidos en octubre de 2003 luego de dimitir a causa de una revuelta popular en la ciudad El Alto, vecina a La Paz, que se saldó con la muerte de 60 personas en rechazo a la intención del gobierno de exportar gas natural a ese país por puertos chilenos.