Los refugiados ya no son bienvenidos en la Unión Europea (UE). Suecia se prepara para expulsar a 80.000 demandantes de asilo y Dinamarca aprobó una ley para confiscar los bienes de los refugiados.

Mientras 6 países han reestablecido los controles en sus fronteras, Bruselas da un ultimátum a Grecia para frenar el paso de los migrantes hacia el norte de Europa. Si no se consigue contener el flujo, la Comisión Europea anuncia que la suspensión de la libre circulación de personas en las fronteras interiores del espacio Schengen se extenderá por 2 años.

A principio de enero la canciller alemana, Angela Merkel, anunció que su gobierno limitará el ingreso de las personas que huyen de las guerras en Siria e Irak. De esta manera Berlín cambió su política de puertas abiertas. El partido gobernante sufrió críticas debido a lo que se consideró una política floja con respecto a los refugiados. El viraje germano fue el punto de partida para que los países del viejo continente adopten nuevas leyes para disuadir a los demandantes de asilo.

El último en sumarse fue Suecia, país con gran tradición de acogida a extranjeros. El ministro de Interior, Anders Ygeman, advirtió con la  expulsión de 80.000 personas a las que se ha negado la solicitud de asilo, una cifra que supone la mitad de las 163.000 que lo pidieron.

Polonia que se había comprometido a recibir 7.000 refugiados,  con el nuevo gobierno conservador revisó la cifra. Ahora solo quiere recibir 100.

En Dinamarca, pese a las críticas de parte de sus socios europeos y de las ONG, el gobierno dio un paso más para frenar la entrada de inmigrantes. La policía podrá registrar y confiscar el dinero y los bienes de los migrantes por un valor de $1.450. Con esta ley que The Washington Post comparó al expolio de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, Dinamarca corona una serie de medidas adoptadas por los países europeos para hacerse menos atractivos a los ojos de los migrantes, como la reducción de ayudas sociales, el endurecimiento de las condiciones de residencia e incluso anuncios disuasorios en la prensa de algunos países árabes.

Además, ya son 6 los países que implementaron controles fronterizos y suspendieron temporalmente el Acuerdo de Schengen: la libre circulación de personas, espacio que forman 26 países y gran logro de la integración europea. Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca y Noruega lo hicieron para controlar el flujo migratorio, mientras Francia lo hizo en respuesta a la amenaza terrorista.

El plazo máximo de vigencia de estos controles se termina pronto para algunos países, aunque el flujo de llegadas no termina. Los Estados miembros de la UE pidieron a la Comisión que active un procedimiento que autoriza extender hasta 2 años los controles cuando se constaten “graves deficiencias” en la gestión de una frontera exterior.

La Comisión dio el primer paso este miércoles al publicar un informe devastador sobre la gestión de Grecia de su frontera con Turquía, principal punto de ingreso de los migrantes que llegan a Europa. El texto pide que Atenas tome medidas drásticas en 3 meses bajo amenaza de restablecer los controles nacionales en los países del espacio Schengen durante dos años.

Esta medida aislaría a Grecia en el continente Europeo frente a Turquía, que en 2015 dejó pasar 850.000 personas para evitar que los refugiados se queden en su territorio y sigan hacia el norte.

Atenas calificó de “no constructivas” estas imputaciones ya que se basan sobre observaciones desarrolladas en noviembre. En la actualidad la situación “es diferente”, afirmó la portavoz gubernamental Olga Gerovassili, quien reclamó “una acción conjunta” para enfrentar este problema de “dimensiones históricas”.

Bruselas reprocha a Grecia no registrar correctamente a los migrantes. Solo este mes llegaron a su territorio 47.000. El 92% de ellos elegibles para el asilo (sirios, iraquíes y afganos), según datos de la agencia de refugiados de la ONU (Acnur). El país lleva además retraso en la apertura de los 5 centros de registro de migrantes (los llamados ‘hotspots’) previstos en las principales islas de llegada.

Si Grecia no toma las medidas necesarias para reparar estas ‘deficiencias’ se abre el procedimiento para que los Estados miembros sean autorizados a extender los controles fronterizos por 2 años, un golpe fatal al Acuerdo de Schengen. “No sabemos exactamente qué efecto en los flujos migratorios tendría realmente la extensión por dos años”, señaló una fuente diplomática de la Comisión que agregó: “desde el punto de vista económico, el costo sería elevado”. Los controles en las fronteras entorpecen el transporte de mercaderías y afectarían el comercio en uno de los mercados más grandes del mundo.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también alertó del riesgo de introducir ‘alegremente’ controles fronterizos. “Hoy reintrodujimos alegremente los controles en las fronteras, mañana nos daremos cuenta de que ello tiene un coste económico considerable y pasado nos preguntaremos para qué una moneda única si no hay libertad de movimiento”. El funcionario estima que los controles sistemáticos dentro del conjunto de la UE tendría un coste de 3.000 millones de euros. (I )

Reino Unido destina $ 14 millones para acoger a niños refugiados sin familia

Gran Bretaña aceptará el ingreso de miles de niños refugiados procedentes de Siria y de otras zonas de conflicto sin familia.

El Ministerio del Interior británico confirmó esta semana que trabajará junto a la oficina del Alto Comisionado de la ONU para Refugiados (Acnur) para identificar “casos excepcionales” de menores refugiados de Siria y otros países vecinos. Indicó que ya destinó $ 14 millones para ayudar a niños y adolescentes refugiados vulnerables que están en Europa, de los cuales algunos podrían ser aceptados en suelo británico.  

El Reino Unido indicó recientemente que aceptará 20.000 refugiados adultos de Siria para 2020, aunque muchos activistas y grupos defensores de los derechos humanos consideran que el gobierno británico debería permitir el ingreso de al menos 3.000 niños refugiados.

Varias organizaciones no gubernamentales como Save the Children elogiaron el anuncio del gobierno por los niños refugiados, aunque el opositor Partido Laborista advirtió acerca de “una falsa distinción” entre los refugiados en la región y aquellos refugiados que ya se encuentran en Europa.

Para el xenófobo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), los $ 14 millones destinados para los niños refugiados en Europa “es una cifra minúscula”.

Gran Bretaña ya ha aceptado a 10.000 refugiados de Siria bajo el llamado Programa de restablecimiento de personas vulnerables, que el gobierno de David Cameron expandió el año pasado.

Sin embargo, Cameron fue presionado en los últimos meses por el Laborismo y los Liberales Democráticos, como también por miembros de su propio partido y por la ONG Save the Children, para hacer más por la crisis de refugiados sirios.

En especial, el Primer Ministro fue instado a priorizar casos de miles de niños que quedaron separados de sus familias como resultado de cinco años de guerra en Siria, por sangrientos conflictos armados en Irak y Afganistán, y por los efectos de la migración a gran escala en Eritrea.

Cameron también fue duramente criticado por negarse a firmar el programa de la UE para el restablecimiento y reubicación de refugiados.

El jefe del gobierno británico declaró en su ponencia de los miércoles en la Cámara de los Comunes, que aunque Gran Bretaña dio más ayuda financiera que cualquier otro país para los campos de refugiados en Siria, Líbano, Jordania y Turquía, “aún es posible hacer mucho más al respecto”. (I)

Leonardo Boix / Corresponsal en Londres