Diez mil personas huyeron de Burundi a países vecinos el pasado fin de semana antes de la celebración de las elecciones en este país, reveló una organización humanitaria internacional, citada hoy por medios periodísticos.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) aseguró que la principal causa de esa emigración es el temor a un incremento de la violencia durante la etapa electoral y post electoral.

"El ritmo aumentó el fin de semana. Vimos llegar 6.000 personas a Tanzania y 3.000 a Ruanda. Ahora hay un total de 144.000 refugiados que abandonaron Burundi desde inicios de abril", señaló en Ginebra la vocera de la Acnur, Melissa Fleming.

Explicó que los burundianos que llegaron a Tanzania, Ruanda y República Democrática del Congo puntualizaron que los caminos fueron bloqueados y se obligó a muchas personas a bajar de los vehículos para ser arrestadas o sustraer sus pertenencias.

Las autoridades anunciaron que cerrarían las fronteras durante 48 horas por la celebración de las justas parlamentarias y comunales, y ante tal medida miles de ciudadanos utilizaron cruces informales para abandonar el país.

El lunes, unos 4,8 millones de burundianos eligieron a sus diputados y concejales municipales, en medio de una grave crisis política causada por la aspiración del presidente Pierre Nkurunziza de presentarse a un tercer mandato.

Nkurunziza anunció a finales de abril su candidatura, pretensión rechazada por la oposición que la considera violatoria de la Constitución y de los acuerdos de paz de Arusha que pusieron fin a la guerra civil en el país (1993-2005).

Pese a los pedidos de la comunidad internacional de aplazar los comicios hasta que estén creadas mejores condiciones, las autoridades decidieron mantener el calendario electoral, muy cuestionado por los adversarios políticos del jefe de Estado.

Bajo tal clima de inestabilidad, el presidente de la Asamblea Nacional de Burundi, Pie Ntavyohanyuma, anunció recientemente que se refugió en Bélgica, donde cuestionó el deseo de Nkurunziza.

"Por el momento me veo obligado a permanecer en Bruselas", dijo Ntavyohanyuma a una cadena de televisión francesa y recalcó que el tercer mandato sería ilegal y no sería tarde para que el gobernante renuncie.

Esa huida ocurrió a solo tres días de que el segundo vicepresidente de Burundi, Gervais Rufyikiri, abandonara el país y también se refugiara en Bélgica.

La cuestionada aspiración de Nkurunziza desató una ola de violentas protestas que, según diferentes organizaciones internacionales, ocasionaron hasta el momento en las calles de Bujumbura unas 70 muertes, más de 480 personas heridas y la huida de miles de otras. (I)