Uruguay ofreció hoy al secretario general de las Naciones  Unidas, Ban Ki-Moon, reabrir su sistema carcelario al organismo  internacional para una nueva inspección, después de que hace dos años la  ONU situara sus cárceles entre "las peores del mundo".
 "Vamos  a invitar al nuevo relator contra la tortura de Naciones Unidas para  que vea lo que estamos haciendo", dijo el ministro del Interior, Eduardo  Bonomi, durante un acto con Ban en la cárcel de Punta de Rieles, en la  periferia de Montevideo.
 El actual relator de la ONU es el  argentino Juan Méndez, que este año sustituyó en el cargo al austríaco  Manfred Nowak, protagonista de una polémica visita al país sudamericano  en marzo de 2009.
 Entonces Nowak afirmó que los penales de  Uruguay presentaban violaciones a los derechos humanos "a gran escala" y  que sus condiciones eran "infrahumanas" y "un insulto a la dignidad de  los reclusos".
 Nowak llegó a situar a las cárceles uruguayas "entre las peores" del mundo.
 Este miércoles Ban pudo conocer en persona los esfuerzos de las  autoridades por cambiar la situación en un recorrido a pie de unos 20  metros desde el coche oficial que lo trasladó al interior de Punta de  Rieles hasta una sala donde compareció ante la prensa con Bonomi y el  ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro.
 El  diplomático surcoreano admitió de entrada que era la primera vez que  pisaba un presidio y agradeció la experiencia al Ejecutivo uruguayo, del  que dijo haber recibido "respuestas muy positivas" sobre los temas que  le preocupan.
 Además, sostuvo que el hecho de que en el pasado  el presidente José Mujica, su esposa, la senadora Lucía Topolansky, y  Bonomi, entre otros, pasaran varios años tras las rejas por su lucha con  la guerrilla tupamara contra gobiernos constitucionales y la dictadura  (1973-1985) garantizaba una mejor atención del asunto.
 "Fue  muy emocionante e inspiradora la historia del presidente, la primera  dama, el ministro del interior y muchos líderes de gobierno, que  estuvieron alguna vez en la cárcel, no por crímenes, sino por lo que les  cargaron como un crimen por (su defensa de) los derechos humanos ",  recalcó.
 Aunque hoy en día existe casi el mismo número de  presos que en 2009, unos 9.000 en un país de apenas 3,3 millones de  habitantes, entre abril y junio pasados se crearon 1.550 nuevos lugares para ellos, según dijo hoy Bonomi a la prensa al final del acto.
 Punta de Rieles, que en la dictadura fue un centro de reclusión de  presas políticas, fue inaugurado en octubre pasado y recibe ayuda del  Proyecto L de la ONU, que fomenta la reinserción social de los presos.
 Tiene capacidad para 700 reclusos pero, como todavía no ha sido  concluida completamente, en la actualidad solo están encerrados unos  300, la mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años que aspiran a llevar una  vida normal cuando salgan merced a la formación que reciben y el trabajo  que realizan tras las rejas.
 Algunos reclusos con los que  conversó hoy Efe allí dijeron sentirse "bastante bien", aunque se  quejaron de la falta de agua caliente, comida y pago por su trabajo,  aspectos que Bonomi, a consulta expresa de varios periodistas, consideró  poco probables.
 Menos crítico, el recluso Leo se refirió a su  inminente puesta en libertad, prevista para dentro de un año, para  afirmar: "Pienso que voy a salir adelante, tengo muchos planes, tengo  una familia que me apoya en todo".
 Por su parte, Aureliano  "Nano" Folle, que conduce un programa sobre la vida en los presidios en  la televisión uruguaya, sostuvo en el lugar que "la crisis del sistema  penitenciario" local "está en los operadores" no en los medios.
 "Construir muros, poner alambrados y hacer celdas es fácil, pero a  esta gente no se la puede esconder, van a volver a salir, y el asunto es  que se rehabiliten", indicó a Efe.
 El reportero, que conoce  por dentro casi todos los penales del país, aseguró que con Mujica han  quedado atrás viejos fantasmas, como el de Las Latas, un recinto cerrado  hace poco.
 "Hacinamiento, encierro 24 horas por 24 horas,  todos armados, todos fuera de control, todos drogados, todos como locos,  eran jaulas verdaderamente", recordó.
 Ban llegó el martes a Montevideo en el marco de una gira sudamericana y se reunión con el gobernante uruguayo.
 Esta mañana conversó con el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, y  las tropas uruguayas que participan en las misiones de paz de Naciones  Unidas.
 A mediodía almorzó con Almagro y por la tarde acudirá a una sesión solemne en su honor en el Parlamento. 
