Cerca de 150 sirios han huido recientemente a  Jordania para evitar la persecución y la represión de las fuerzas de  seguridad contra las protestas políticas que tienen lugar en el país,  informó hoy una ONG jordana.
 "Al menos 20 familias de Siria,  que comprenden alrededor de 150 personas, viven ahora en condiciones  difíciles en la gobernación de Mafraq", a 50 kilómetros al este de  Ammán, indicó el Centro Puente Árabe para los Derechos Humanos.
 En un comunicado, el jefe de la organización, Amjad Shamut, hizo un  llamamiento a los organismos internacionales y locales de derechos  humanos para que presten asistencia a los refugiados sirios, pero no  especificó la fecha en que estos cruzaron la frontera.
 Shamut  explicó que su grupo está coordinando esfuerzos con la rama jordana de  la Alta Comisaría de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y  con las sociedades locales para asegurar material de ayuda a los sirios.
 Ningún funcionario jordano ha querido comentar este informe sobre los  refugiados, que han huido de Siria para escapar de la represión  ejercida contra los civiles por el régimen del presidente sirio, Bachar  al Asad, acosado desde mediados del pasado marzo por una revuelta  popular.
 Por  otro lado, un total de 37 grupos políticos jordanos panarabistas e  izquierdistas y sindicatos formaron hoy un comité para apoyar al régimen  sirio contra lo que llamaron la "conspiración sionista y estadounidense  contra Siria".
 Esta coalición afirmó que las potencias  extranjeras están atacando a Siria bajo "el pretexto de defender la  democracia" por ser "un frente de resistencia contra la ocupación  israelí de los territorios árabes".
 Desde el inicio de las  protestas, han muerto en Siria al menos 1.375 civiles y 346 militares y  policías, según el último recuento del opositor Observatorio Sirio para  los Derechos Humanos.
 Hoy, la represión se cebó con la ciudad  de Hama, en el centro de Siria, donde al menos cinco personas murieron y  cuarenta resultaron heridas por disparos de las fuerzas de seguridad.  EFE