Sólo 8 de los 90 bancos europeos examinados no superarons pruebas este año
Sólo ocho de 90 bancos europeos que este año  se sometieron a las pruebas de resistencia han suspendido, lo que, según  la Autoridad Bancaria Europea (EBA), debería generar confianza en los  mercados sobre la fortaleza del sector financiero en Europa.
 De los ocho entidades financieras que no han pasado la prueba, al no  llegar al ratio del 5% de capital de calidad requerido (Core capital  Tier 1, CT1) frente a un escenario adverso, cinco son españoles -de 25  examinados-, dos griegos y uno austríaco.
 Se espera que el 91%  de aprobados, mucho más de lo que pronosticaban los expertos, sirva  para tranquilizar a los inversores sobre el estado de salud de la banca  europea, si se tiene en cuenta que en esta edición de los test los  criterios de capital eran más estrictos.
 Por ejemplo, aunque  el CT1 mínimo era de ese 5%, frente al 6% del 2010, no se contabilizaban  como capital de calidad las obligaciones convertibles ni las  participaciones preferentes con vencimiento después del 2012, que es el  periodo que cubría la prueba.
 Sin embargo, lo que sí tuvieron  en cuenta los examinadores de la EBA fueron las medidas de  fortalecimiento anunciadas por los bancos hasta el 30 de abril, como  operaciones de captación de fondos (ampliaciones de capital o emisión de  bonos convertibles), y los fondos estatales recibidos o prometidos para  cumplir con los nuevos requisitos de capital.
 Así, el  presidente de la Autoridad Bancaria Europea, Andrea Enria, señaló en una  rueda de prensa que, si no se hubiera permitido a las entidades  fortalecer su posición financiera con vistas a los test, en lugar de  esos ocho suspensos hubieran habido 20.
 "La iniciativa actuó  como incentivo para que los bancos tomaran medidas para mejorar su ratio  de capital de calidad", declaró.
 Con todo, los más castigados  por las pruebas de resistencia de este año fueron una vez más los  bancos y cajas españoles, si bien esto tiene un matiz, ya que, en  opinión de éstos, les perjudicó el hecho de que la EBA, a diferencia del  año pasado, no computara como capital para mitigar pérdidas en una  hipotética situación de crisis extrema las provisiones y reservas.
 Enria señaló que ello se debía a que había que aplicar criterios  homogéneos para todos los países europeos -y no en todos se exige a los  bancos que tengan reservas, como en España-, y apuntó que las  provisiones de las entidades se especifican en los resultados, aunque no  computen a la hora de pasar el test.
 El presidente tampoco  descartó que, si se modifica en esa línea la legislación europea,  próximas pruebas puedan contabilizar las reservas.
 El objetivo  de los test de solvencia o de "estrés", ideados para aportar confianza  en los mercados tras el descalabro del sistema financiero mundial en el  2008, es evaluar la capacidad que tienen bancos y cajas para afrontar un  escenario adverso hipotético.
 Este escenario supone  condiciones desfavorables en los mercados financieros y un "shock" en  los tipos de interés para reflejar el aumento de las primas de riesgo  vinculadas al deterioro de los mercados de bonos del tesoro.
 El escenario adverso planteado por la EBA en esta ocasión para los 27  países de la Unión Europea era de una merma del Producto Interior Bruto  (PIB) del 0,4% en el 2011 y crecimiento cero en el 2012, con una tasa de  paro del 10% este año y del 10,5% el próximo.
 No obstante, en  la rueda de prensa en Londres Enria y el director general de Mercados  Internos de la Comisión Europea, Jonathan Faull, reconocieron que,  aunque los test fueron estrictos y revelaron "con transparencia" la  exposición de los bancos a la crisis de la deuda soberana en Europa, hay  que seguir de cerca la evolución de ésta para mitigar sus efectos.
 Admitieron que la provisión del 5 por ciento del CT1 podría no ser  suficiente en caso de deterioro de la crisis, por lo que habría que  considerar nuevas medidas de capitalización para poder absorber más  "shocks".
 Esto es algo que, aseguraron, ya hacen los bancos de  los países rescatados, Portugal, Grecia e Irlanda, cuyo listón de  capitalización en más alto que el del resto.
 Aparte de los  suspensos, la EBA identificó además otros 16 bancos europeos que tienen  entre el 5 y el 6% de CT1, a los que también se recomienda que tomen  medidas para fortalecerse.
 Los bancos suspendidos deberán  presentar a las autoridades reguladoras de sus países antes del próximo  15 de octubre un plan de recapitalización (con restricciones de  dividendos, desinversiones o ampliaciones de capital) para llegar al  menos al ratio del 5%, y ese plan tendrá que aplicarse para finales de  año.
 Las entidades con un ratio justo por encima del 5 por  ciento y expuestas a la crisis de deuda soberana deberán hacer lo mismo,  aunque tendrán un plazo más largo para implementar su plan, hasta el 15  de abril del 2012.
 Los supervisores nacionales tendrán además  que informar a la EBA de los progresos para el 31 de octubre de este  año, y la Autoridad Bancaria publicará sus propios informes sobre la  aplicación de sus recomendaciones en febrero y junio de año próximo,  según indicó en la rueda de prensa.
 A las pruebas de solvencia  de este año se sometieron 90 entidades de 21 países europeos (eran 91,  pero a última hora se retiró el banco alemán Helaba), que representan el  65 por ciento de los activos financieros de la región. EFE
