Ecuador / Martes, 30 Septiembre 2025

Scotland Yard está a un paso de desentrañar un complot perpetrado por las fuerzas especiales británicas SAS para asesinar a la princesa Diana de Gales el 31 de agosto de 1997, en un caso que amenaza ahora con poner en jaque a la Realeza y al “establishment” político de Gran Bretaña.  
Simon McKay, abogado defensor del fallecido Mohamed Al Fayed, afirmó este fin de semana que llegó la hora de que la Policía Metropolitana efectúe arrestos clave e incaute documentos secretos que dejarían en descubierto a la plana mayor del Ejército británico.

McKay hizo las declaraciones luego de informarse que un tercer testigo corroboró las denuncias de un exfrancotirador de las SAS que dijo que ese regimiento de élite estuvo involucrado en el asesinato de Lady Di y Al-Fayed, en el Puente del Alma en París.

Un equipo de detectives de Scotland Yard está evaluando las denuncias como parte de una pesquisa secreta que comenzó en agosto, y que tiene en vilo a toda la Familia Real.

La exesposa del soldado de la SAS en cuestión, su madre y padrastro, todos dieron testimonio ante la Policía británica apoyando la versión del asesinato, atribuido al francotirador conocido como Soldado N.

Hasta ahora Scotland Yard se ha negado a lanzar una pesquisa por asesinato ante temores de represalias de las altas esferas del gobierno. Una investigación amplia  permitirá a la Policía ingresar a la sede central de las SAS en Hereford, en Inglaterra, y determinar quién fue enviado a París la fatídica noche de agosto de 1997, cuando Diana, de 36 años, Dodi, de 42, y el chofer de ambos, el francés Henri Paul, de 41 años, murieron en un supuesto accidente automovilístico.

“No hay duda de  que las denuncias del Soldado N fueron hechas, y por ende esto requiere una investigación adecuada en lugar de que se escondan debajo del tapete semejantes evidencias”, sostuvo McKay. “Una pesquisa adecuada permitirá a la Policía utilizar sus poderes para incautar documentos y papeles, y efectuar arrestos en caso de que sea lo apropiado”, agregó.

La negativa por el momento de Scotland Yard a lanzar una pesquisa sobre el asesinato de Diana y Dodi ha generado muchas preocupaciones entre analistas y expertos en temas legales del Reino Unido.

La familia Al-Fayed ha cuestionado además la decisión de designar al detective jefe Philip Easton como la persona a cargo de la investigación secreta que lleva a cargo la Policía, y que lleva el nombre en código de Operación Paget.

El padre de Dodi, el multimillonario egipcio Mohamed Al-Fayed, exhortó a las autoridades a reemplazar a Easton con otro detective para que se consiga “transparencia y justicia”.

En tanto, la semana pasada Hasnat Khan, el cardiólogo británico-pakistaní que fue amante de la princesa Diana previo a Al-Fayed, admitió que fue “difícil” superar la muerte de Lady Di, y declaró que desde que se conocieron en 1995 y hasta mediados de 1997 fueron “inseparables”.

Khan, de 54 años, dijo que la exesposa del príncipe Carlos -heredero al trono del Reino Unido- habría estado “orgullosa” de su trabajo de voluntario para la organización benéfica Chain of Hope, que atiende a niños enfermos en países africanos.

“A veces, cuando hago un trabajo de este tipo, tengo esta fuerte sensación de que Diana todavía está conmigo de alguna manera”, declaró el cirujano al periódico The Sun.

“Las últimas semanas han sido muy duras y sé que Diana estaría diciendo: no pierdas el foco y sigue adelante con tu vida, ayuda a estos niños. Sé feliz", afirma Khan.

El cirujano dijo que la reciente película que se ha hecho sobre ambos, “Diana”, del alemán Oliver Hirschbiegel, “traiciona” su relación y afirma falsamente que la familia de él la desaprobaba. El filme narra los últimos años de la vida de la princesa de Gales, fallecida en agosto de 1997, con especial énfasis en su relación con el médico británico.

Khan pidió a los responsables de la cinta, que ha tenido  mala acogida en el Reino Unido, que "enmienden el error" con un donativo a la organización Chain of Hope.