El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh,  apareció hoy en la televisión oficial yemení con un aspecto  irreconocible, evidentes signos de quemaduras y el cuerpo inmóvil, en su  primer discurso después de sufrir un intento de asesinato.
 Saleh viajó a Arabia  Saudí el pasado 4 de junio, un día después de resultar herido en un  atentado contra el Palacio Presidencial, y en ese país ha sido sometido a  ocho operaciones, según él mismo detalló durante su discurso.
 El mandatario yemení hizo un llamamiento a "quienes entendieron  erróneamente la democracia", y subrayó que su Gobierno apoya "la  libertad de expresión y las opiniones del otro siempre que sea de manera  responsable".
 "Apoyamos el diálogo para alcanzar soluciones  satisfactorias y apoyamos la participación de todas las fuerzas  políticas sin que nadie imponga su requisito o doble el brazo al otro",  indicó.
 En este sentido, Saleh dio la bienvenida a esta  participación "dentro del marco de la ley y la Constitución basada en el  pluripartidismo".
 En su discurso, Saleh no hizo ninguna  referencia a la posibilidad de un traspaso del poder, como recogía una  iniciativa de los países del Golfo Pérsico firmada por la oposición  yemení pero rechazada por el presidente.
 La propuesta del  Consejo de Cooperación del Golfo (CGG) estipula un traspaso del poder al  vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, en el plazo de un mes tras su  firma y la celebración de elecciones dos meses después.
 Yemen  es escenario de protestas desde finales de enero, en las que la  oposición pide la caída de Saleh y la introducción de reformas políticas  en el país, el más pobre de la península Arábiga. EFE