Ecuador / Miércoles, 24 Septiembre 2025

Lisboa y más de una treintena de ciudades en Portugal vivieron este sábado una jornada de manifestaciones multitudinarias que expresaron la frustración y el descontento de los ciudadanos después de más de dos años de recortes.

La mayor de las protestas, en la capital portuguesa, culminó con el himno de la revolución de 1974 cantado por cientos de miles de gargantas en la Plaza de Comercio, en un desafío al Gobierno, cuya dimisión se pidió repetidamente.

Mareas de manifestantes corearon consignas y pancartas contra la troika y el Ejecutivo, y ondearon banderas lusas con una franja negra como símbolo de luto por la crisis que atraviesa el país.

Gritos como "Passos a la calle", "El pueblo unido jamás será vencido" o "Grecia llegó aquí" se unieron a lemas contra la troika como "Fuera de aquí, FMI" o "Entroikados y revoltados" (descontentos).

Entre el más de medio millón de personas que según los organizadores recorrieron la capital, estaban jubilados, estudiantes, profesores, trabajadores de la sanidad, políticos de izquierda y sindicatos. Ellos fueron convocados por el movimiento ciudadano "Que se lixe a troika" (Que se fastidie la troika).

Las manifestaciones transcurrieron sin incidentes relevantes en todo el país, aunque hubo al menos dos detenidos en Oporto e insultos y tensión en Lisboa entre un grupo de manifestantes y agentes de policía.

La protesta, con el lema "O povo é quem mais ordena!" (El pueblo es el que manda), fue convocada sobre todo a través de las redes sociales pero también, por primera vez en ese movimiento, a través de carteles y propaganda en las calles de las principales ciudades lusas.

El Gobierno, que en sus veinte meses en el poder ha sufrido dos huelgas generales y las mayores manifestaciones registradas en el país desde la Revolución de los Claveles, no hizo comentarios sobre la marcha de hoy, pero esta semana Passos Coelho ratificó su determinación de mantener las políticas de austeridad.