El  Consejo de Seguridad de la ONU renovó este miércoles su compromiso en  contra de las armas de destrucción masiva al aprobar por unanimidad la  extensión por diez años de los mecanismos de lucha contra la  proliferación de ese tipo de armamento y su uso en manos terroristas.
Los  quince países miembros del máximo órgano de seguridad internacional,  presidido este mes por Colombia, adoptaron la resolución 1.977, que  renueva por una década más la labor del comité creado por la resolución  1.540 (2004) para llevar a cabo esas funciones, hasta el 25 de abril de 2021.
Se  trata así de la cuarta ocasión en que el Consejo aprueba una resolución  encaminada a luchar contra la proliferación de las armas nucleares,  químicas o biológicas, y en ella insiste de nuevo en que este tipo de  armamento, "así como de sus sistemas vectores", constituyen "una amenaza  a la paz y la seguridad internacionales".
En el texto aprobado  por todos sus miembros, el Consejo de Seguridad asegura que permanece  "gravemente preocupado por la amenaza del terrorismo y el riesgo de que  agentes no estatales puedan adquirir, desarrollar o emplear armas  nucleares, químicas y biológicas o traficar con ellas".
Así  destacan que es necesario la colaboración de "todos los Estados" con el  comité 1.540 del organismo, que se creó por la resolución del mismo  número adoptada el 28 de abril de 2004, así como entre ellos mismos, dentro de las leyes internacionales, para detener ese tipo de armamento.
"Reconocemos  la necesidad de intensificar la coordinación de esfuerzos a nivel  nacional, regional, subregional e internacional, con el fin de reforzar  la respuesta global al grave desafío y amenaza a la paz y la seguridad  internacionales que plantea la proliferación de armas de destrucción  masiva", señala el documento.
Se trata de la extensión más larga  aprobada sobre el mandato del llamado comité 1.540, ya que anteriormente  su renovación de había producido por dos o tres años.
Desde la  resolución de 2004, los Estados se ven obligados a establecer controles  nacionales para prevenir la proliferación de estas armas a actores no  gubernamentales, concretamente terroristas, lo que se mantiene igual con  la nueva resolución.
Se mantiene así la prohibición a los  Estados de apoyar a actores que intenten desarrollar, adquirir y  transferir materiales que puedan ser utilizados para fabricar este tipo  de armamento.
Además, la nueva resolución pide al secretario  general de la ONU, Ban Ki-moon, que establezca en consulta con el comité  1.540 "un grupo de hasta ocho expertos", que dependerá del mismo  comité, actuará bajo su dirección y estará integrado por personas "con  la experiencia y los conocimientos apropiados para asistirlo en el  cumplimiento de las resoluciones".
Ese equipo se dedicará, entre  otros asuntos, a entablar "activamente un diálogo con los Estados" sobre  la aplicación de la resolución 1.540 y también a determinar "prácticas  eficaces, modelos y orientaciones para realizar una guía de referencia  técnica" sobre esa resolución que puedan consultar los Estados para  aplicarla.
La resolución aprobada este miércoles pide, asimismo,  al comité 1.540 que lleve a cabo una completa revisión del estado de la  aplicación de la resolución de 2004 de aquí a cinco años (antes de  diciembre de 2005) y antes de que se deba decidir su próxima renovación  para analizar si debe recomendar ajustes a su mandato.
Por su  parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, aseguró  que con la aprobación de esta nueva resolución "el Consejo de Seguridad  da un paso firme y unánime contra la proliferación de las armas de  destrucción masiva", cuya amenaza es "tan grave ahora como en 2004".
"La  acción de hoy intensifica las herramientas del comité 1.540 que ayudan a  los Estados a aumentar su capacidad de respuesta ante los desafíos de  esas armas. Estados Unidos apoya completamente esos esfuerzos en nuestra  búsqueda sin descanso de un mundo libre de amenazas nucleares", indicó  Rice en un comunicado.
