El Tribunal de Casación de París rechazó el recurso  presentado por Marina Picasso contra la escritora Pepita Dupont, acusada  de difamación tras publicar que su hermano, Pablito Picasso, era  víctima de una adición a las drogas que le resultó fatal.
 Según informaron este viernes fuentes judiciales, el fallo, cuyo carácter  es definitivo al proceder de la más alta instancia judicial francesa,  tuvo lugar el pasado día 10 de mayo y su contenido será divulgado la semana próxima.
 La nieta de Picasso se querelló contra la autora del libro "La Vérité  sur Jacqueline et Pablo Picasso" en diciembre de 2007, tres meses  después de su publicación.
 La autora afrontó previamente otras  tres querellas, presentadas por la hijastra de Picasso, Catherine  Hutin, hija de un primer matrimonio de Jaqueline Picasso, a quien había  criticado por no haber respetado las últimas voluntades de su madre,  entre ellas la de donar a España 61 obras del pintor.
 Marina  Picasso denunció a Dupont también por difamación, pero en su caso por  haber informado de que Pablito Picasso murió semanas después de haber  ingerido lejía.
 La Justicia francesa consideró improcedente  esta querella dado que en su día Marina renunció a ser heredera de su  hermano, como contó ella misma en su libro "Grand-Père" (2003), donde ni  su abuelo ni Jaqueline salían precisamente bien parados.
 Dupont subrayó siempre que los graves problemas de Pablito Picasso con  las drogas no eran ningún secreto y habían sido ya revelados en otras  ocasiones.
 La escritora subrayó que esta era la  última sentencia pendiente y señaló que "han sido cuatro procesos y casi  cuatro años de juicios".
 El Tribunal de Gran Instancia de  Nanterre le condenó en 2009 a pagar 1 euro simbólico "por atentado a la  vida privada" de Hutin, heredera de varias propiedades y mansiones  inmobiliarias en París y en el sureste francés y de más de un millar de  obras de Picasso.
 Entre ellas los 61 cuadros que Jaqueline  había prestado para la exposición "Picasso en Madrid", inaugurada en  octubre de 1986, con el deseo expreso de que ya no volviesen a cruzar  los Pirineos, pero que Hutin hizo traer de nuevo a Francia.
 En  2008, el Tribunal Correccional estipuló que Pepita Dupont actuó de  "buena fe" al lamentar que Hutin no hubiese respetado esa última  voluntad de su madre y que la heredera actuó "según lo que le dictó su  propia conciencia".
 En cambio, condenó a Dupont a pagar un  euro por haber difamado Hutin al acusarle de haber hecho desaparecer un  supuesto testamento de Jaqueline Picasso.
 Documento en el que,  según Dupont, la viuda de Picasso habría dejado por escrito entre otras  disposiciones su deseo de donar esas 61 obras a España, y del que  llevaba siempre una copia manuscrita consigo.
 "Insinuaciones"  que en "ausencia de elementos suficientemente fiables y convincentes",  el Tribunal estimó "difamatorias" porque llevaban al lector a deducir  que Hutin "suprimió o hizo suprimir el testamento de su madre".
 Por lo que condenó igualmente a Dupont y a su editorial a informar en  las sucesivas ediciones de esta condena y de sus causas.
