Al menos siete personas murieron este domingo en diversas zonas de Siria, entre ellas un niño de 11 años, mientras continúa la ofensiva del régimen en el centro y norte del país, según informaron los grupos opositores.
 El activista de los  opositores Comités de Coordinación Local Hozam Ibrahim explicó a Efe que  el menor falleció en la provincia meridional de Deraa, al tiempo que se  registraron dos muertes en la zona de Idleb (norte) y otra en la ciudad  costera de Latakia, también en el norte.
 El Observatorio  sirio de Derechos Humanos agregó, por su parte, el fallecimiento de una  mujer por disparos y de otras dos personas por las heridas que sufrieron  anteriormente, todas ellas en Homs, en el centro de Siria.
 El  portavoz de los Comités dijo que Idleb y la provincia de Hama, en el  centro del país, están siendo el principal objetivo de las fuerzas  sirias, que están disparando y quemando viviendas de diversas aldeas.
 Además, en esas y otras provincias se han organizado marchas protagonizadas por niños en el primer día del curso escolar.
 El Observatorio también informó de la detención de más de 70  personas, la destrucción de casas y los cortes en las comunicaciones en  la ciudad de Jan Shijon y otras localidades aledañas en Idleb.
 En los alrededores de Damasco, las fuerzas de seguridad dispararon  contra los manifestantes y practicaron una campaña de arrestos durante  el funeral de uno de los muertos en las protestas.
 Estos  sucesos no pudieron ser verificados de forma independiente por el  estricto bloqueo informativo que las autoridades han impuesto en el  país.
 Desde que comenzaran las protestas a mediados de marzo  pasado, la represión gubernamental en Siria ha causado al menos 2.600  muertos, según informó la ONU esta semana.