Bolivia: marcha indígena seguirá para suspensión definitiva de carretera
 Los indígenas bolivianos anunciaron hoy que  proseguirán su marcha hasta La Paz para asegurarse de que el proyecto  vial que rechazan se suspende para siempre, mientras el presidente Evo  Morales y sus colaboradores se acusaban unos a otros de la  represión policial del domingo.
 El presidente del Territorio  Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), Fernando Vargas,  confirmó la decisión de seguir hasta La Paz para exigir a Morales la  suspensión definitiva, y no solo temporal, de esa vía que financia  Brasil.
 "Con sinceridad, vamos a decir al pueblo boliviano que  la marcha continúa. Sin embargo, antes tenemos que estar todos unidos  como antes de la brutal acción que hizo el Gobierno contra nosotros",  declaró hoy Vargas a los periodistas.
 Para los amazónicos, el  anuncio de Morales "ratifica" que el proyecto vial seguirá, porque solo  planteó suspender las obras mientras consulta a las regiones por donde  pasará la carretera, dijo a Efe otro dirigente del Tipnis, Adolfo Moye.
 "Las comunidades indígenas hemos dicho que esa carretera no debe  pasar por el Tipnis. Entonces, ¿para qué hará la consulta? No creemos en  esta propuesta del Gobierno", agregó.
 Vargas y otros líderes  nativos fueron detenidos el domingo y liberados el lunes por la  población de la localidad amazónica de Rurrenabaque, que impidió que la  Policía enviara en avión a otras zonas a los marchistas.
 Ante  las protestas que generó la actuación policial contra la marcha,  incluida la de la ministra de Defensa, Cecilia Chacón, que dimitió este  lunes, Morales anunció la suspensión de la construcción mientras  consulta a las regiones de Cochabamba y Beni, por las que está previsto  que pase la carretera.
 También renunció hoy, en rechazo a la  represión de la marcha indígena, la directora de Migración, María René  Quiroga, y el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, que ha  sido señalado desde el Gobierno como el responsable de la represión.
 Morales criticó a quienes renunciaron y dijo que "algunos pueden  escapar" cuando hay problemas, pero que su "mejor compañía" son las  organizaciones sociales que le respaldan, aunque las encuestas muestran  un deterioro constante de su apoyo popular.
 La vía de la  discordia, de unos 300 kilómetros, atraviesa el Tipnis, reserva natural  de 1,2 millones de hectáreas, y es construida desde junio por la empresa  brasileña OAS, a un costo total de 415 millones de dólares.
 El domingo medio millar de agentes atacaron con gases y porras el  campamento de los indígenas cerca del pueblo de Yucumo, a más de 300  kilómetros de La Paz, amordazaron a los dirigentes de las etnias  amazónicas y a mujeres, y trasladaron por la fuerza a decenas de ellos  en autobuses y camionetas a pueblos vecinos.
 Aunque Morales,  de origen aimara, compareció finalmente en televisión a última hora del  lunes, para afirmar que no ordenó la represión violenta y que frenaba el  proyecto, las protestas siguen hoy en varias ciudades, con huelgas y  marchas.
 El mismo Morales, que ha visto afectada su imagen de  indigenista y ecologista con este conflicto, según reconocen fuentes  oficiales, dijo que la represión fue "imperdonable".
 Los  ministros de Gobierno, Sacha Llorenti, y de la Presidencia, Carlos  Romero, tampoco reconocieron responsabilidad alguna y culparon de los  excesos a los policías y al viceministro Farfán, que renunció pero no  acepta la culpa.
 "Ese operativo que se llevó adelante en  proximidades de Yucumo el domingo no contó con la instrucción del  presidente ni tampoco con la orden del ministro de Gobierno", dijo  Llorenti.
 Él y Romero agregaron que Farfán dimitió para someterse a una investigación sobre lo sucedido.
 La acusación a Farfán es la segunda versión de Llorenti en 24 horas  sobre la brutal actuación de la policía, ya que el lunes dijo que los  agentes actuaron por instrucción del Ministerio Público, lo cual negó el  Fiscal General, Mario Uribe.
 En la carta de renuncia de  Farfán, difundida hoy por radio Erbol, él también critica la actuación  de la Policía, pero agrega que no respondió a una orden suya ni del  Gobierno.
 Entretanto, el líder del Movimiento Sin Miedo (MSM),  el centroizquierdista Juan del Granado, aliado de Morales hasta el año  pasado, anunció hoy dos juicios contra el Gobierno por la firma  supuestamente "irregular" del contrato con OAS y por la violenta  intervención policial.
 Siguen sin aclararse las versiones de  asociaciones indígenas, medios informativos e incluso los obispos de la  iglesia católica sobre muertos, heridos y desaparecidos.