Decenas de miles de "indignados" tomaron esta noche las calles de las  principales ciudades israelíes para quejarse por la carestía de la  vivienda y la vida, en unas protestas inspiradas en las españolas y que  se han convertido en la mayor contestación social de la historia del  país.
 Sólo en Tel Aviv más de 150.000 personas participaron en  la protesta, superando el número de los que el pasado sábado salieron a  mostrar su descontento en todo el país, según datos del Canal 2 de la  televisión israelí.
 Medio centenar de autobuses llenos de  estudiantes llegaron esta tarde a la ciudad para tomar parte en la  marcha, que partió a las 21.00 de la plaza de Habima (cerca del  campamento de indignados del Bulevar Rothschild) y se dirigió hacia  calle Kaplan, donde tiene lugar esta noche un festival de música y  discursos en apoyo de los manifestantes, según informó el servicio de  noticias "Ynet".
 El tráfico permanece cortado en buena parte  del centro de Tel Aviv y la Policía ha pedido a los residentes que  eviten sacar sus vehículos.
 En Jerusalén, unas 6.000 personas  se unieron en la plaza de París, muy cercana a las oficinas de la  Alcaldía y a la muralla que rodea la ciudad vieja, donde también hubo  músicas para entretener a los asistentes.
 Cientos de personas  se agruparon en las localidades de Kiryat Shmona, Hadera, Eilat y  Ashkelon (cerca de la franja de Gaza), donde algunos salieron a la calle  con carritos de supermercado vacíos para denunciar las dificultades de  la clase media para llegar a fin de mes.
 La consigna más  coreada de la noche fue "El pueblo demanda justicia social", aunque  también se escucharon gritos como "Una generación entera exige un  futuro".
 Las manifestaciones se iniciaron al caer la noche,  finalizada la jornada de descanso para el judaísmo del sabath, pero  horas antes grupos de cientos de ciudadanos habían cortado el tráfico en  algunas de las intersecciones del país.
 Mil indignados que  marchaban hacia la ciudad de Yoqneam, en el norte de Israel, cortaron el  tráfico en el cruce de Shomrin, mientras en la baja Galilea los  indignados interrumpían la circulación en la intersección de Ramat  Yishai.
 Las protestas de indignación ciudadana contra la  inflación y la pérdida de poder adquisitivo se iniciaron hace tres  semanas en Israel con un campamento en Tel Aviv y, rápidamente, se han  extendido a otras zonas del país y a diversos sectores sociales. EFE
