El  Frente Sexto de las FARC inició en horas de la madrugada local de este lunes un  hostigamiento con bombas y artefactos artesanales contra los puestos  policial y militar de Caldono, ubicados en el centro urbano de ese  municipio del departamento colombiano del Cauca (suroeste).
 El  secretario de Gobierno de Caldono, Carlos Pascué, informó a medios  locales desde su casa, de la que, dijo, no ha podido salir por la  intensidad de los ataques que se escuchaban de fondo.
 "Desde  las 3.20 hora local (8.20 GMT) de la madrugada hay un ataque de las FARC  muy duro con morteros, bombas. Hasta el momento no cesan los ataques,  tenemos sobrevuelos de los helicópteros (de autoridades), pero es muy  complicada la situación en Caldono", señaló Pascué en la emisora  colombiana Caracol Radio.
 El funcionario añadió en RCN Radio  que dadas las circunstancias no ha podido asomarse para conocer el  número de guerrilleros que intervienen en el hostigamiento y que están  en las calles.
 Además, indicó que la estación de Policía se  encuentra "en pleno centro de la carretera y hay mucho temor entre los  habitantes", que en algunos casos comenzaron a abandonar las partes  altas del municipio en busca de albergues.
 Mientras tanto,  otros moradores se escondieron en un convento y hubo quienes optaron por  quedarse en sus casas al no poder salir a la calle.
 Por el momento no se reportaron heridos uniformados ni civiles.
 Pascué señaló que las autoridades enviaron refuerzos desde la capital  del Cauca, Popayán, y de Cali, capital del vecino departamento del  Valle del Cauca.
 Por su parte, Ferney Silva, secretario  personal del Gobernador del Cauca, Temístocles Ortega, dijo a Efe que en  Popayán se adelanta un consejo de seguridad que en las próximas horas  contará con la presencia del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
 Las FARC anunciaron el domingo a través de un comunicado en su página  web de su decisión de renunciar a las "retenciones de personas" con  fines financieros y poner en libertad a los últimos diez uniformados que  mantiene en condición de rehenes.
 El Gobierno colombiano  siempre ha condicionado la posibilidad de un diálogo a la entrega de los  secuestrados, por lo que ayer Santos lo valoró como "un paso importante  y necesario pero no suficiente en la dirección correcta".
 Durante el mes de febrero, el Cauca ha sido objeto de varios ataques  atribuidos a las FARC contra uniformados, pero en los que la sociedad  civil ha sido también víctima. 
