La oposición libia rechazó este martes una operación  terrestre de la OTAN en el país norteafricano, al tiempo que descartó  unas posibles negociaciones de paz con el dictador libio, Muamar el  Gadafi.
 "No, nunca. No queremos una operación terrestre en  Libia", aseguró en Moscú el jefe de la delegación de insurgentes libios,  Abdel Rahmán Shalkan, antiguo ministro de Exteriores, según informaron  las agencias rusas.
 Rahmán, que también fue embajador libio  ante la ONU, confirmó las informaciones sobre las víctimas civiles  debido a los bombardeos de la OTAN.
 "Sí, hubo informaciones de  que, como resultado de los bombardeos, se produjeron víctimas. Por  supuesto, nos disculpamos por ello. Esperamos que no vuelva a ocurrir.  Lamentamos que muera gente de los dos bandos, ya que todos somos el  pueblo libio", dijo.
 A su vez, aseguró que la OTAN está  operando en el país norteafricano estrictamente en el marco del mandato  internacional del Consejo de Seguridad de la ONU.
 "Esta no es  una decisión de la OTAN, sino una decisión de la ONU y su Consejo de  Seguridad. La OTAN no vino a Libia por decisión de la OTAN. Fue una  decisión de la ONU destinada a defender a la población civil", dijo.
 Rahmán, quien celebró negociaciones en Moscú con el jefe de la  diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, también subrayó que los opositores  libios nunca se sentarán a negociar la paz con el dictador del país  norteafricano, Gadafi, al que conminó a dejar el poder.
 "¿Para  qué? ¿Para obligarle a que se vaya? Hablaré con él ahora mismo. ¿Quién  tiene que cesar el fuego? Gadafi debe cesar el fuego. Nosotros no  estamos combatiendo contra nuestro propio pueblo. Es Gadafi quien mata a  nuestra gente", señaló.
 Por lo tanto, añadió, "es Gadafi quien debe declarar el alto el fuego y marcharse".
 "Todo es muy sencillo. Habrá paz y no habrá violencia cuando Gadafi  renuncie al poder y abandone el país. Él extermina al pueblo libio. No  tenemos intención de entablar negociaciones con él", apuntó.
 Rahmán considera que es imposible hablar de diálogo entre las partes en  conflicto y de concordia nacional hasta que deje el poder Gadafi, al que  aconsejó seguir el ejemplo de los líderes de Egipto y Túnez, que dimitieron por propia iniciativa.
 Además, expresó la disposición de continuar el diálogo con Rusia,  país que aún reconoce al autoritario régimen libio como el poder  legítimo del país árabe y critica a Occidente por sobrepasar el mandato  internacional de la ONU con sus bombardeos.
 Al respecto, el  emisario libio aseguró que el hecho de que Lavrov le recibiera hoy en la  capital rusa supone un espaldarazo diplomático para el gobierno de  transición fundado por la insurgencia en la segunda ciudad del país,  Bengasi.
 Mientras, Lavrov explicó que el objetivo de los  contactos con la oposición libia es "promover un pronto cese del  derramamiento de sangre y de las hostilidades por parte de todos los  implicados en el conflicto".
 "Ese fue también el objetivo  principal de nuestras reuniones con los representantes de Trípoli", dijo  Lavrov, quien abogó por abrir un diálogo entre todas las fuerzas  políticas y tribus del país norteafricano.
 La pasada semana  durante la reunión con Lavrov los representantes de Gadafi se mostraron  dispuestos a acatar la resolución 1973 de la ONU si los rebeldes  atrincherados en Bengasi y la OTAN cesan sus bombardeos.
