La ONU hará "lo posible" para evitar nueva tragedia con la flotilla de Gaza
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,  se mostró hoy preocupado, en declaraciones a Efe, ante la próxima  llegada de la segunda Flotilla de la Libertad, con ayuda humanitaria, a  aguas de Gaza y aseguró que hará "todo lo posible" para evitar que se  repita el "trágico incidente" de hace un año.
 "Espero  sinceramente que no se produzca ningún incidente similar al de mayo de  2010. Estoy haciendo todo lo posible para evitarlo", indicó Ban, quien,  sin embargo, insistió en que lo idóneo para hacer llegar ayuda  humanitaria a Gaza es "usar las rutas terrestres existentes y no tratar  de hacerlo por mar".
 El máximo responsable de la ONU recordó  así que en repetidas ocasiones ha pedido a los países mediterráneos "que  eviten enviar alguna flotilla a Gaza" para evadir situaciones de  peligro como la vivida hace un año con la primera Flotilla de la  Libertad.
 Ocho activistas turcos y uno turco-estadounidense  murieron entonces tratando de romper el bloqueo naval israelí y entregar  una carga de ayuda humanitaria en Gaza con una flotilla que fue  asaltada por tropas de elite israelíes.
 La segunda Flotilla de  la Libertad, compuesta por una decena de barcos con ayuda humanitaria  para Gaza e integrada por cientos de personas de varios países, tiene  previsto encontrarse en aguas internacionales entre el jueves y el  viernes próximos, tras zarpar de diversos puertos del Mediterráneo.
 La expedición reúne a una decena de barcos de organizaciones de una  veintena de Estados, mientras que el número de activistas se acerca a  unos 500, procedentes de unos 45 países, y quiere llevar a Gaza más de  5.000 toneladas de ayuda humanitaria, principalmente material sanitario,  educativo y de construcción hasta los territorios palestinos.
 En la misión participa el barco "Gernika", de la agrupación Rumbo a  Gaza, en el que viajan aproximadamente 45 activistas españoles junto a  periodistas de distintos medios de comunicación, que aportarán una ayuda  humanitaria por un valor estimado en 600.000 euros.
 El  secretario general de la ONU se refirió, también en declaraciones a Efe,  al conflicto entre palestinos e israelíes, y reconoció que "las  aspiraciones del pueblo palestino de tener un Estado independiente y  soberano son legítimas", aunque para que eso sea una realidad pidió  "diálogo" a ambas partes.
 "Que existan dos Estados en los que  palestinos e israelíes puedan vivir, uno junto al otro, con las  condiciones de paz y seguridad adecuadas, requiere esfuerzos de las dos  partes para solucionar los problemas existentes a través del diálogo y  mediante medios pacíficos", aseguró Ban.
 Las declaraciones del  máximo responsable de la ONU se producen mientras las autoridades  palestinas intensifican su campaña para obtener el respaldo de un mayor  número de países para cuando propongan en septiembre próximo a la  Asamblea General que se reconozca al Estado palestino en el seno del  organismo.
 "He exhortado al presidente palestino, Mahmud Abás,  y al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que establezcan un  diálogo sin condiciones previas", dijo Ban a Efe.
 Agregó que  para avanzar en la solución del conflicto, "ambas partes deberían crear  un ambiente político adecuado para que el diálogo se pueda empezar tan  pronto como sea posible".
 Los líderes palestinos han mostrado  públicamente su voluntad de acudir a Naciones Unidas en septiembre para  pedir el ingreso del Estado palestino con las fronteras de 1967, es  decir, en los territorios ocupados de Gaza (evacuada en 2005 pero cuyas  fronteras terrestre y marítima controla Israel), Cisjordania y Jerusalén  Este.
 El procedimiento de Naciones Unidas indica que las  autoridades palestinas deben de presentar una solicitud formal al  secretario general y que después ésta se traslada al Consejo de  Seguridad.
 Allí tiene que obtener 9 de los 15 votos y evitar  ser vetado por alguno de los países con ese derecho (Estados Unidos,  Francia, Reino Unido, China y Rusia), y pasado ese trámite, someterse a  debate en la Asamblea General, donde necesita el apoyo de dos tercios de  los estados miembros. EFE
