La Justicia francesa aceptó este miércoles la  extradición a Panamá del ex dictador Manuel Antonio Noriega, que  compareció ante el Tribunal de Apelación de París.
 La sala de  instrucción de ese tribunal se pronunció favorablemente al envío de  Noriega a su país, una semana después de que Estados Unidos diera su  autorización para el trámite de la segunda demanda de extradición de  Panamá contra el ex general.
 Poco antes de conocerse la  decisión del tribunal, Noriega declaró que su propósito es "regresar a  Panamá y demostrar mi inocencia en juicios en ausencia (...) sin  asistencia jurídica", en relación con los procesos celebrados sin su  presencia.
 Su abogado, Olivier Metzner, aseguró: "estamos  plenamente satisfechos" porque "todos los problemas técnicos están  solucionados y una vez que se consiga el decreto del Gobierno francés el  traslado se podría llevar a cabo al día siguiente".
 El  ex dictador fue condenado en Panamá en su ausencia a 20 años de cárcel  por el asesinato en 1985 del opositor Hugo Spadafora, caso por el cual  se presentó una primera demanda de extradición.
 La misma pena  es la que se le había impuesto por el caso objeto de la segunda demanda  de extradición, el homicidio en octubre de 1989 del capitán Moisés  Giroldi, que se había sublevado contra él.
 Ante el tribunal,  Noriega dijo hoy que para Estados Unidos su extradición a Panamá "es la  repatriación de un prisionero de guerra" según la Convención de Ginebra.
 Además, aseguró que pedía regresar a Panamá "sin odios y sin rencores".
 "Pido la iluminación del presidente de la República de Panamá",  declaró Noriega sobre Ricardo Martinelli, quien la semana pasada realizó  precisamente una visita oficial a Francia.
 Además, Noriega  comparó su caso con el del capitán Alfred Dreyfuss (sobre el militar  judío acusado de espionaje a finales del siglo XIX) por el "laberinto  que he tenido que afrontar".
 Terminó el antiguo hombre fuerte  de Panamá su intervención dirigiéndose a la presidenta de la sala con un  "Dios la bendiga a usted, Dios bendiga a mi familia en Panamá, Dios  bendiga a mis enemigos y Dios bendiga a Francia".
 El cónsul de  Panamá en Francia, Arístides Gómez de León, recordó por su parte,  después de conocerse la decisión de la Justicia gala, que en cuanto se  le notifique oficialmente la decisión judicial por parte del Gobierno  panameño hay un plazo de hasta treinta días para organizar el traslado.
 Sin embargo, precisó que como es algo que se ha estado ya preparando se hará probablemente en un tiempo mucho más breve. 
