Indígenas bolivianos reanudan marcha contra carretera en reserva natural
 Los indígenas bolivianos que rechazan una  carretera que atravesará un parque nacional reanudaron este sábado su marcha  hacia La Paz para exigir al presidente Evo Morales que suspenda  definitivamente ese proyecto vial, tras una semana de pausa luego de la  violenta intervención policial que sufrieron el domingo pasado.
 Un  millar de nativos salió esta mañana del pueblo amazónico de Quiquibey, a  más de 200 kilómetros al noreste de La Paz, tras reagruparse allí luego  de la acción policial que dispersó a los marchistas, dijo el presidente  del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis),  Fernando Vargas.
 "Hemos avanzado ya unos 10 kilómetros desde  Quiquibey, esperamos caminar otros 10 kilómetros más para instalar el  campamento", señaló Vargas en contacto telefónico con Efe desde la  carretera.
 Los indígenas están decididos a llegar a La Paz  para exigir la suspensión total de la vía que atravesará, según el  proyecto que defiende Morales, la reserva natural del Tipnis.
 Las etnias habían recorrido hasta el domingo pasado unos 300 kilómetros,  desde el 15 de agosto, pero estuvieron detenidos cerca del pueblo de  Yucumo por un bloqueo de campesinos leales a Morales que apoyan la  construcción de la carretera.
 Medio millar de policías que  cerraban también el paso a la marcha con la supuesta orden de evitar  enfrentamientos entre indígenas y colonos reprimió violentamente el  pasado domingo a los nativos, luego de que un día antes éstos obligaran  al canciller David Choquehuanca a caminar con ellos por unas horas para  romper un primer cerco policial.
 La acción de los agentes  desató una oleada de protestas contra Morales en todo el país y provocó  la renuncia de dos ministros, un viceministro y otros funcionarios.
 Morales pidió perdón por la operación policial que calificó de  "imperdonable", pero ni él ni ninguna autoridad se han hecho  responsables de ella.
 El presidente volvió a defender hoy la  carretera en un acto con sus bases de cocaleros del trópico de  Cochabamba (centro), zona vecina al Tipnis, quienes le exigieron que  continúe el proyecto.
 Morales negó que la ruta sea "la más  cara del país", como han afirmado opositores y expertos, y justificó que  "solamente" 66 kilómetros de la carretera pasarían por "tierras  vírgenes" porque, según el mandatario, el resto del parque ya está  colonizado.
 Para Morales, "algunos indígenas están siendo mal  informados y engañados" por organizaciones que no quieren que se haga la  carretera y aseguró que el conflicto "es un tema político y no de  reivindicación del medio ambiente".
 El mandatario ha acusado  insistentemente en los últimos días a los medios de exagerar y falsear  lo ocurrido, tesis que niegan las asociaciones bolivianas de  periodistas, radios y diarios.
 También ha ordenado suspender  temporalmente el proyecto mientras se consulta a las regiones de  Cochabamba (centro) y Beni (noreste) sobre el proyecto, lo que rechazan  los indígenas.
 "Nos preocupa bastante porque, por un lado,  pide disculpas y con la otra mano, instruye a los asambleístas del  oficialismo que aprueben una ley para hacer la consulta a dos regiones",  vulnerando las leyes que establecen que solo las etnias que habitan el  Tipnis deben decidir sobre el proyecto, explicó Vargas.
 El  Gobierno insiste en que la carretera, de más de 300 kilómetros y  financiada por Brasil, es vital para la integración vial del país.
 Para respaldar a Morales, cuya imagen de indigenista y ecologista ha  quedado deteriorada por el conflicto, campesinos y productores de hoja  de coca afines a Morales anunciaron que marcharán del altiplano a La Paz  desde el próximo 12 de octubre.