Indígenas bolivianos cumplieron este lunes una semana de marcha contra una ruta  que atravesará un parque natural y dijeron ser víctimas de espionaje  del Gobierno de Evo Morales, quien denunció el fin de semana que los  dirigentes de las etnias mantienen contactos telefónicos con la embajada  de Estados Unidos.
 La vicepresidenta de la Confederación de  Pueblos Indígenas del Oriente (Cidob), Nelly Romero, negó los supuestos  vínculos y dijo que Morales busca "minimizar" su protesta al  involucrarlos con una supuesta influencia de Washington.
 "No  hay derecho a la privacidad. Nuestro presidente se muestra como defensor  de los derechos de los indígenas, se hace dar reconocimientos a nivel  internacional, pero aquí, la lectura es otra", dijo Romero en  declaraciones a la radio Erbol.
 Los indígenas recorrieron hoy  otros 18 kilómetros de caminata entre el pueblo de San Ignacio de Moxos y  Puerto San Borja, ambos en el departamento amazónico de Beni, para  oponerse a una carretera que atravesará una reserva natural en el centro  del país.
 En entrevista con los medios estatales, Morales  exhibió el fin de semana un registro de las llamadas entre el asesor de  la embajada estadounidense en asuntos indígenas, Eliseo Abelo, y el  aimara Rafael Quispe, el diputado indígena oficialista Pedro Nuni y  otros líderes de la protesta.
 Quispe rechazó la influencia de  la embajada en la protesta, calificó de espionaje la denuncia de Morales  y anticipó a medios locales que asumirá "medidas legales" contra el  mandatario, en tanto que Romero dijo que cuando termine la marcha, la  Cidob analizará si seguirá el mismo camino.
 Opositores criticaron hoy a Morales por violar la privacidad de los indígenas y le pidieron que respete las leyes bolivianas.
 En declaraciones a Efe, el diputado de la centrista Unidad Nacional,  Jaime Navarro, lamentó que el Gobierno esté interviniendo líneas  telefónicas y no respete los derechos de las personas.
 "Lo  complicado es que el presidente Evo Morales exhibe al país la prueba, el  hecho de la violación de la privacidad (...) El presidente podrá pedir  mañana la intervención del teléfono de cualquier ciudadano cuando él lo  considere pertinente", agregó.
 Al contrario, el ministro de  Gobierno (Interior), Sacha Llorenti, negó en rueda de prensa que se haya  interceptado las líneas de los líderes indígenas para conocer sus  conversaciones, pero dijo que se pidió un extracto de sus llamadas por  la sospecha de que son alentados por la embajada.
 La  Cancillería boliviana ha anunciado que convocó para mañana por la tarde  al encargado de Negocios de la embajada de EE.UU., John Creamer, para  que explique su supuesta relación con la marcha indígena, que pretende  recorrer más de 500 kilómetros entre la Amazonía y La Paz.