Grecia vive este miércoles una nueva huelga general convocada por los principales sindicatos para protestar contra el plan de austeridad impuesto por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Varias decenas de miles de personas se concentraron ante el Parlamento griego, en la plaza de Syntagma, en Atenas.
Según los sindicatos, alrededor de un 80 % de los trabajadores se han sumado al paro al que fueron convocados los médicos, abogados y profesores, entre otros colectivos.
Hasta las 12.30 GMT la manifestación transcurría en relativa calma, aunque se produjo algún incidente, como el intento de quema de un vehículo por parte de un grupo violento o algunos choques aislados entre manifestantes y policías.
El principal partido de oposición, Syriza (izquierda radical) espera que la huelga sea un medio para hacer caer el frágil gobierno de coalición entre la derecha y la izquierda moderada, dirigido por el primer ministro conservador Antonis Samaras.
"La política implacable del gobierno Samaras debe conducir a un levantamiento popular. La huelga general tiene que ser el principio de este levantamiento", dijo el partido.
Las autoridades aeroportuarias suprimieron o retrasaron vuelos y los hospitales trabajan con un número reducido de personal.