El reconocido científico británico Stephen  Hawking, autor de "Una breve historia del tiempo", cree que la idea del  paraíso y de la vida después de la muerte es un "cuento de hadas" de  gente que le tiene miedo a la muerte.
 Así lo ha afirmado el  científico más destacado del Reino Unido en una entrevista publicada hoy  en el periódico británico "The Guardian", en la que vuelve a poner  énfasis en su rechazo a las creencias religiosas y considera que no hay  nada después del momento en que el cerebro deja de funcionar.
 Hawking resalta que su enfermedad -la Esclerosis Lateral Amiotrófica  (ELA)- le ha llevado a disfrutar más de la vida a pesar de las  dificultades que ello implica, ya que el mal que padece es  neuro-degenerativo progresivo y le impide moverse y hablar.
 "He vivido con la perspectiva de una muerte prematura durante los  últimos 49 años. No tengo miedo de morir, pero no tengo prisa por  morirme. Es mucho lo que quiero hacer antes", dijo el científico.
 "Yo considero al cerebro como una computadora que dejará de funcionar  cuando fallen sus componentes. No hay paraíso o vida después de la  muerte para las computadoras que dejan de funcionar, ese es un cuento de  hadas de gente que le tiene miedo a la oscuridad", señaló el ex  catedrático de Matemáticas Aplicadas y Física Teórica de la Universidad  de Cambridge.
 En su entrevista, Hawking, de 69 años, resalta  la importancia de disfrutar de la vida y hacer cosas buenas y se refiere  también a las pequeñas fluctuaciones cuánticas, que en el comienzo del  universo fueron las "semillas" que dieron paso a la formación de las  galaxias, las estrellas y la vida humana.
 "La ciencia predice que distintos tipos de universo serán creados de la nada y de manera espontánea", agregó.
 El científico, que habla con la ayuda de un sintetizador de voz,  sugiere que sería posible descifrar nuestros orígenes con instrumentos  modernos, que podrían ayudar a detectar antiguas huellas en la luz  espacial dejada en los primeros momentos de la formación del universo.
 Hawking, a quien en 1989 le fue concedido el premio Príncipe de  Asturias de la Concordia, ha trabajado durante toda su vida para  desentrañar las leyes que gobiernan el universo.
 Junto a su  colega Roger Penrose mostró que la Teoría de la Relatividad de Albert  Einstein implica que el espacio y el tiempo han de tener un principio,  que denomina "big bang", y un final dentro de los agujeros negros.
