Francia ha decidido "devolver" a Italia a los inmigrantes  tunecinos que no respetan las reglas de la convención del espacio  Schengen sin fronteras, según ha asegurado hoy el ministro francés del  Interior, Claude Guéant.
 De hecho, Francia ya ha "devuelto" a  Italia a 1.700 inmigrantes tunecinos de los 2.800 detectados por las  fuerzas de seguridad, mientras que a otros 200 los ha "reenviado" a  Túnez, ha precisado Guéant.
 El estatus del resto de  inmigrantes aún está siendo estudiado por las autoridades francesas, ha  dicho Guéant en rueda de prensa tras reunirse en Luxemburgo con sus  homólogos europeos, donde los ministros de Interior de la UE abordan la  crisis migratoria que se vive en Italia debido a las revueltas en el  norte de África.
 "Utilizaremos todos los medios" para devolver a Italia a los inmigrantes irregulares, ha afirmado.
 El Gobierno italiano ha dado permisos temporales de estancia a  algunos de los aproximadamente 22.000 tunecinos arribados a costas de su  país antes del 4 de abril, decisión que no ha agradado ni a París ni a Berlín.
 El responsable de la política migratoria del gobierno galo ha  reconocido que la normativa comunitaria y el tratado de Schengen -que  regula la libre circulación de individuos en los países europeos-  permiten a Italia otorgar estos permisos temporales a quienes cumplan  los requisitos legales.
 "El derecho de asilo debe ser  respetado", ha aseverado, aunque, en su opinión, la Unión Europea (UE)  no debe dar "ningún señal de que en Europa" se acepta la inmigración  irregular.
 En este sentido, Guéant también ha recordado que  Francia "tiene el derecho" de expulsar de su territorio aquellos que no  cumplan con los requisitos para permanecer dentro de sus fronteras.
 El tratado de Schengen prohíbe a los estados firmantes, como Francia e  Italia, efectuar controles fijos en sus fronteras, por lo que las  fuerzas de seguridad francesas deben realizar controles móviles -como  los de tráfico- a más de 20 kilómetros de la frontera con Italia.
 Dada esta situación, el ministro ha anunciado que la administración  francesa propondrá una revisión de la legislación migratoria europea  para evitar que se repitan casos como éste. 
