Francia: activistas que entraron en centrales nucleares serán juzgados
Nueve de  los once activistas de Greenpeace que este lunes se infiltraron en dos  centrales nucleares francesas serán juzgados en enero, informó este martes la  organización, que añadió que aunque esos nueve están en libertad  condicional, los otros dos siguen detenidos.
 Axel Renaudin,  uno de los portavoces de la ONG, indicó que se les imputan los cargos de  "violación de la propiedad privada y degradación de bienes", después de  haber logrado subirse a la cúpula de uno de los dos reactores del  complejo de Nogent-sur-Seine, a un centenar de kilómetros de París.
 El objetivo de esa acción, que incluyó también la central de Cruas,  en el sur del país, buscaba llamar la atención sobre la supuesta falta  de seguridad de las centrales e incidir en que "la energía nuclear sin  riesgos no existe", mensaje incluido en una de las pancartas desplegadas  dentro del perímetro invadido.
 Esos nueve primeros  activistas, que lograron permanecer varias horas escondidos antes de ser  detenidos, ejecutaron la acción a un mes de la publicación del informe  de la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) sobre las centrales nucleares  en Francia, que el Gobierno francés encargó tras el accidente de  Fukushima en Japón.
 Greenpeace ya había criticado cuando se  encargó que éste se limitara a evaluar el riesgo de fenómenos naturales,  como un terremoto o una inundación, pero no integrara los eventuales  riesgos para la población.
 Ahora, después de que el Instituto  de Radioprotección y de Seguridad Nuclear francés (IRSN) indicara en un  comunicado que las intrusiones de sus activistas "no ponen en cuestión  (...) los dispositivos de seguridad de las centrales en Francia",  Renaudin incidió en que "es el principio mismo de la energía nuclear el  que debe ser sometido a debate".
 Fue la misma respuesta que  envió al ministro de Industria francés, Éric Besson, después de que éste  reconociera "fallos en la seguridad" tras los hechos y ordenara una  investigación sobre lo sucedido.
 El portavoz de Greenpeace  destacó hoy que la solución "no es revisar los sistemas de vigilancia"  de las centrales sino replantearse ese tipo de energía, y advirtió de  que los franceses no se creerán "el montaje del Gobierno para hacer  creer que la energía nuclear es segura". 
