El Congreso de Filipinas aprobó, abrumadoramente, un pedido del presidente para prolongar la ley marcial en el sur del país, a fin de ayudar a las tropas a sofocar un asedio de dos meses por parte de milicianos vinculados con el grupo Estado Islámico y amenazas extremistas similares en la región volátil.
La ley marcial de 60 días debió expirar ayer, pero con la aprobación legislativa seguirá vigente hasta el final del año.
El presidente de la Cámara de Representantes, Pantaleón Álvarez, anunció que el Senado y la Cámara de Representantes aprobaron la solicitud del presidente Rodrigo Duterte en una sesión conjunta especial con una votación de 261 votos a favor y 18 en contra.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, general Eduardo Año, advirtió durante la sesión que además de una insurrección en Marawi, grupos extremistas habían hecho planes de insurrecciones similares en otras ciudades del sur del archipiélago y que la ley marcial ha ayudado a las tropas a prevenir más ataques, incluso atentados con bomba. “Tenían la orden de hacer su propia versión de Marawi en otras zonas, pero pudimos detener esto gracias a la ley marcial”, dijo Año.
El secretario de Defensa, Delfín Lorenzana, restó importancia a los temores de posibles abusos por parte de las fuerzas armadas y dijo que no se han reportado violaciones graves a los derechos humanos. (I)