Largas colas marcaron el proceso de votación al que fueron citados los aproximadamente 86 millones de paquistaníes. Son un total de 4.671 candidatos que se disputan los 272 escaños en la Asamblea Nacional.
El favorito es el ex primer ministro Nawaz Sharif, de la Liga Musulmana, mientras que Imrán Khan, del partido Tehirik-e- Insaf, logró subir el número de adeptos durante la campaña.
Abdul Ahad, portavoz de la principal red de observación electoral del país, indicó que la participación ha sido mayor que las elecciones del 2008.
Sin embargo, a pesar de la seguridad resguardada por un estimado de 600 mil soldados y policías, desplegados en el país para garantizar la paz, hubo ataques en algunos puntos de Pakistán y el más grave se suscitó al sur del país en Karachi, por la explosión de una bomba que mató a once personas e hirió a treinta. Dicho atentado tenía como objetivo, liquidar a un candidato del Partido Nacional Awami (ANP).
Mientras que el segundo atentado en la misma ciudad, pero en la zona de Manghoopir, ufue un atentado suicida que sorprendió a los ciudadanos de Karachidurante, un suicida a bordo de una motocicleta se lanzó contra un forgón policial.
Otros incidentes menos graves también se presentaron. El boicot que sufrieron militantes del partido religioso Jamiat – e – Islami en Karachi, como las prohibiciones contra el voto femenino en algunos distritos denunciadas por el Gobierno regional de la provincia noroccidental de Khyber-Pakhtunkhwa.
Pese a los elevados niveles de violencia en las últimas semanas, la tranquilidad ha reinado en la mayor parte de ciudades de Pakistán con una participación del 30%, hasta hace dos horas. Se espera que alcance un 50% que sería un porcentaje satisfactorio de presencia a los comicios.