El  Departamento de Defensa de EE.UU. indicó este jueves que hubo "errores,  coordinación inadecuada y malentendidos" en el ataque de la OTAN el 26  de noviembre que dejó 24 soldados paquistaníes muertos y otros heridos  junto a la frontera de Afganistán.
 En un comunicado  distribuido después de que la OTAN emitiera el suyo en Bruselas, el  Pentágono señaló que las fuerzas estadounidenses, "con la información  que tenían en ese momento, actuaron en defensa propia y con el grado  adecuado de fuerza".
 El Pentágono volvió a expresar hoy en una  teleconferencia de prensa el "pesar profundo" de Estados Unidos por la  pérdida de vidas.
 "No hubo intención de atacar a las unidades militares paquistaníes", señaló el Departamento de Defensa.
 "De todos modos, la coordinación inadecuada entre las fuerzas aliadas  y las de Pakistán, los errores en mapas y malentendidos acerca de la  ubicación de las unidades paquistaníes" condujeron al incidente.
 El general de brigada Stephen Clark, quien estuvo a cargo de la  investigación y habló desde el Comando de Operaciones Especiales de la  Fuerza Aérea, situado en Hurlburt Field, Florida, dijo que la  investigación incluyó más de 60 entrevistas en relación con una  operación en Afganistán que, debido a la proximidad de la frontera  paquistaní, requirió y obtuvo la aprobación en los niveles más altos de  los mandos de combate en la región.
 Las fuerzas  estadounidenses, dijo Clark, se dirigieron a un área donde se esperaba  fuerte resistencia del enemigo y por ello las unidades de infantería  contaban con apoyo aéreo.
 La operación se llevó a cabo en  horas de la noche en una zona de mala visibilidad, y poco antes de la  medianoche (hora local) la unidad estadounidense "recibió el primer  fuego directo, intenso, de ametralladoras".
 "La unidad bajo  ataque pidió información al comando y recibió confirmación de que no  había fuerzas de Pakistán en el área de donde provenía el fuego  enemigo", añadió.
 Sobre la base de esa información se dirigió  el ataque con aviones y helicópteros que resultó en la muerte de los  soldados paquistaníes.
 El general Clark también mencionó la  creciente falta de confianza entre los militares de Pakistán y los de  EE.UU. y sus aliados en Afganistán como un ingrediente que ha  dificultado la comunicación puntual y precisa entre ambas partes. 
