El Cairo.- El Gobierno egipcio decidió ayer adoptar “todas las medidas necesarias” para poner fin a las acampadas de los islamitas en El Cairo, al considerar que suponen “un peligro para la seguridad nacional y la paz social”.
La ministra de Información, Dorreya Sharafedin, afirmó, tras una reunión del Ejecutivo, que la decisión fue tomada basándose en “la gran autorización del pueblo en el trato con el terrorismo y la violencia”.
Las autoridades amenazan desde hace más de una semana con desmantelar las acampadas de los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi.
El titular del Interior afirmó que se preparaban para desmantelar a los seguidores de MursiEn el comunicado leído por Sharafedin, el gabinete asegura que la continuación de “la peligrosa situación” derivada de dichas protestas ha llegado a ser “algo inaceptable”. Además, la titular de Información aseguró que el corte de carreteras y las amenazas contra la ciudadanía, que implican supuestamente estas acampadas, son “un peligro para la seguridad nacional y la paz social”.
El Gobierno, encabezado por Hazem el Beblaui, subrayó, asimismo, que “la violencia y el terrorismo amenazan con derrumbar la patria”. Por lo que el Ejecutivo señaló que pidió al Ministerio del Interior que adopte las medidas necesarias para “cumplir la Constitución y la ley”.
El pasado 27 de julio, el titular del Interior, Mohamed Ibrahim, afirmó que se preparaban para desmantelar “muy pronto” las acampadas de los seguidores de Mursi. Ibrahim dijo entonces que era importante preparar la operación para que no hubiera “muchos daños” y para contar con “una cobertura jurídica, con las denuncias de los vecinos” de Rabea al Adauiya y Al Nahda.
Al menos 80 personas, sobre todo seguidores de los Hermanos Musulmanes, murieron el fin de semana en enfrentamientos contra las fuerzas de la seguridad en el este de El Cairo.
Fuentes de seguridad revelaron esta semana que se pretendía haber disuelto ya por la fuerza las acampadas de los islamitas, pero que la visita de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, había frenado estos planes.
Reunión entre Ashton y Mursi
Ashton abandonó El Cairo el pasado martes tras reunirse por un lado con las autoridades egipcias y por otro con representantes de los Hermanos Musulmanes y con el mismo Mursi, que se encuentra retenido por el Ejército desde que fue depuesto el pasado 3 de julio.
Mohamed Beltagy, vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ), vinculado a Hermanos Musulmanes, aseguró que el expresidente egipcio rechazó presiones formuladas por Catherine Ashton, para que acepte su derrocamiento, informó el diario egipcio “Al Masry al Youm”.
Ashton, que se reunió en la noche del lunes con el exmandatario en una localización no desvelada, rechazó tras la reunión haberle ofrecido una “salida segura” del país. “No he hecho nada de eso”, subrayó. “Yo había advertido de que no vendría si no se me permitía verlo (a Mursi)”, declaró la jefa de la diplomacia europea. Es la segunda vez que en este mes la jefa de la diplomacia europea se ha desplazado a Egipto desde el golpe de Estado, después de la primera visita efectuada el pasado 16 de julio, cuando intentó sin éxito ver a Mursi.
La semana próxima, dos importantes senadores estadounidenses llegarán a El Cairo para entrevistarse con las nuevas autoridades. Los senadores Lindsey Graham y John McCain, miembros influyentes del Congreso, anunciaron en Washington que viajaban a Egipto a pedido del presidente estadounidense, Barack Obama.
Ambos dijeron que iban a exhortar a las Fuerzas Armadas egipcias a que organicen elecciones para un retorno al poder civil en el marco de una solución “democrática que incluya” a todas las partes.