El Cairo.- Las autoridades de Egipto dieron ayer por concluidos los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis política que atraviesa el país y pidieron a los islamistas que abandonen rápidamente las acampadas que mantienen en El Cairo.
Durante la última semana, los enviados de Estados Unidos, William Burns, y de la Unión Europea, Bernardino León, así como los jefes de la diplomacia de Emiratos Árabes Unidos y Catar, se han entrevistado con las autoridades egipcias y con los islamistas, pero sin lograr ningún acuerdo entre las partes.
La Presidencia egipcia culpó del fracaso de dicha mediación a los Hermanos Musulmanes, grupo al que pertenece el presidente Mohamed Mursi, derrocado por un golpe de Estado el pasado 3 de julio.
En una declaración televisada, el primer ministro egipcio, Hazem el Beblaui, aseguró que no habrá “marcha atrás” en la decisión de disolver dichas acampadas y advirtió que el uso de armas por cualquier persona que no pertenezca a la policía se afrontará con “la fuerza más severa”. “Pedimos a los que están en las plazas, ahora y de nuevo, que las abandonen rápidamente y que regresen a sus hogares y trabajos”, indicó el jefe de Gobierno.
El anuncio hace temer que ahora los cuerpos de seguridad desalojen por la fuerza las acampadas, como la que desde hace días ocupan las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda.