La última vez que Guido Mosquera habló con su hija Karen fue el pasado lunes. “Papá, estoy bien”, le dijo la joven de 21 años, sin imaginar que horas después iba a ser víctima de un ataque terrorista en Jerusalén, donde vive desde hace año y medio. Karen Mosquera Barrera fue atropellada el pasado martes junto a una bebé de 3 meses (que murió) y 8 peatones que esperaban el tranvía en el barrio de Guivat Tajmoshet, a pocos metros de la comisaría central de la capital. El agresor, que lanzó de forma intencional el vehículo contra los peatones, fue identificado como Abd Shalodi, de 20 años, y registra antecedentes delictivos. Un agente disparó contra él cuando intentaba huir. El jueves falleció a causa de las heridas. El ataque fue calificado por el gobierno israelí de “terrorista”.     

La ecuatoriana se encuentra ahora en un coma inducido tras ser sometida a una operación craneoencefálica de 5 horas de duración. “Su estado es crítico, recibió varios golpes en la cabeza. No habla, pero me dicen que la hinchazón empieza a menguar”, comentó su padre a EL TELÉGRAFO, un pastor evangélico que desde Guayaquil ora por la recuperación de su hija.

El jefe adjunto de Misión y primer secretario de la Embajada de Israel en Ecuador,  Yehuda Avivi, confirmó que la joven fue inducida a un coma debido a la gravedad de su estado. Agregó que la acompañan su madre y hermana, quienes viajaron a Jerusalén con el financiamiento de la nación israelí, que además correrá con los gastos de su estadía. Las cancillerías de Israel y de Ecuador están pendientes de su salud.     

En Jerusalén, Karen estudia hebreo y realiza trámites para obtener la ciudadanía como paso previo a iniciar su carrera de arqueología. Se mantenía con su trabajo como empleada doméstica y cuidando a adultos mayores, indicó su progenitor.