El  director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA),  el japonés Yukiya Amano, iniciará mañana una gira por Sudamérica que  durante doce días le llevará a Perú, Chile, Ecuador, Colombia y Argentina.
 Amano tiene previsto reunirse con los presidentes Sebastián Piñera  (Chile), Juan Manuel Santos (Colombia) y Cristina Fernández (Argentina) y con el mandatario electo de Perú, Ollanta Humala.
 En el centro de sus conversaciones estarán los proyectos de  cooperación técnica que mantiene el organismo internacional con esos  países, según explicó a Efe en Viena el director adjunto del OIEA para  Asuntos Políticos, Rafael Grossi, quien acompañará a Amano.
 Otro de los temas importantes de la gira será la seguridad nuclear, ya  que en Sudamérica hay varios reactores científicos cuyo combustible debe  ser cambiado de uranio altamente enriquecido (HEU) a uranio poco  enriquecido (LEU).
 El programa de trabajo del responsable del  OIEA comenzará el martes en Lima, donde permanecerá dos días, y luego  visitará Santiago de Chile el jueves y el viernes próximos.
 Entre el 2 y el 4 de julio Amano estará en Ecuador y los días 5 y 6 en Colombia, para concluir la gira en Argentina el día 9.
 La estancia en Argentina tendrá carácter internacional, ya que el director general del OIEA  asistirá a las celebraciones del vigésimo aniversario de la firma del  llamado "acuerdo ABACC" entre Argentina y Brasil.
 La Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) estipula los  controles mutuos entre ambos países para garantizar el uso pacífico de  sus respectivos programas atómicos.
 Grossi, exdiplomático  argentino, destacó que ese acuerdo es el único sistema de verificación  dentro del OIEA, aparte del tratado europeo Euratom.
 En el marco de los actos de la ABACC, Amano tiene planeado reunirse con los ministros de Exteriores de Argentina y Brasil, Héctor Timmerman y Antonio Patriota, respectivamente.
 En Sudamérica, sólo Argentina y Brasil tienen plantas de energía atómica, mientras que el resto de  los países limita sus actividades nucleares a la ciencia y las  aplicaciones médicas.
 A pesar del reciente accidente en  Fukushima (Japón), ambos países tienen planes de ampliar sus programas  nucleares, lo que incluye una planta compartida de enriquecimiento de  uranio.