Un jurado de Texas condenó este martes a cadena perpetua a Warren Jeffs,  el líder de una secta mormona poligámica, por la agresión sexual de dos  menores a las que tomó como "esposas espirituales", según la  terminología de su iglesia.
 Jeffs,  de 55 años, recibió la máxima pena en los dos cargos de los que se le  acusaba; cadena perpetua por la agresión sexual agravada de una joven de  14 años y 20 años de cárcel por agredir sexualmente a otra menor, de 17  años, según recogieron medios locales.
 Con este dictamen  concluye media década de persecución policial y posterior batalla legal,  en la que el líder de la llamada Iglesia Fundamentalista de Jesucristo  de los Santos de los Últimos Días estuvo en la lista de los criminales  más buscados por el FBI.
 En abril de 2008, la Policía de Texas descubrió el rancho en el que Jeffs y sus seguidores, en su gran mayoría ancianos, abusaban de niñas vestidas y peinadas de acuerdo a la estética del siglo XIX.
 Tras un juicio declarado nulo en Utah, su caso fue trasladado a Texas  en 2010, donde el pasado jueves fue condenado y hoy fue decretada su  cadena perpetua.
 Jeffs,  que se hizo cargo de su propia defensa después de haber despedido a sus  abogados, acusó al jurado de perseguirle por razones religiosas para  después defender la poligamia durante casi una hora y advertir a los  jueces del castigo de Dios que les aguarda tras haber emitido la  sentencia.
 La secta que lidera Jeffs,  con unos 10.000 fieles en EE.UU. y Canadá, pertenece a una rama radical  de los mormones, quienes renunciaron a la poligamia hace más de un  siglo, en 1890.
 Otros 11 miembros de la secta recibieron  cargos por agresión sexual y bigamia, mientras que otros 7 ya han sido  sentenciados a penas de cárcel de entre 6 y 75 años. 
