La Policía argentina buscaba hoy intensamente a once de los trece presos que se fugaron del penal de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, informaron fuentes oficiales.
Los prófugos, dos de los cuales fueron recapturados, se escaparon la pasada noche del módulo 3 del Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza (a unos 30 kilómetros de Buenos Aires) a través de un boquete.
Las autoridades del penal se dieron cuenta de la ausencia de los presos durante el recuento que se realiza cada medianoche.
Tras tener conocimiento de la fuga, miembros del Servicio Penitenciario Federal (SPF), con la ayuda de fuerzas federales y de la policía local, pusieron en marcha un operativo de búsqueda en la zona.
Las autoridades judiciales investigan si los presos aprovecharon un descuido de los guardias de la prisión o si contaron con ayuda interna para escapar.
En tanto, un guardia de la cárcel resultó herido con arma blanca y un preso recibió atención médica tras prender fuego a un colchón dentro del complejo penitenciario pocas horas después de la fuga, según confirmó el ministro de Justicia argentino, Julio Alak, en declaraciones a medios locales.
Alak también aclaró que "no hubo motín alguno" en el penal de Ezeiza, en respuesta a información difundida en medios locales, y remarcó que tampoco "existió una toma de rehenes o alguna alteración del orden dentro del penal".
El ministro confirmó que dos de los trece internos que se fugaron "fueron recapturados, mientras que los otros eran buscado "intensamente" por las fuerzas de seguridad.
Entre los fugados hay dos brasileños, Thiago Ximenez, de 29 años y Renato Dutra Pereira, de 27, ambos detenidos en Ezeiza desde 2008 y provenientes de un penal en la provincia argentina de Chaco (noreste), de donde se habían fugado en 2007.
Otro de los buscados por las autoridades es Cristian David Espínola Cristaldo, un paraguayo de 22 años, detenido desde 2011 y condenado a 18 años de prisión por el crimen del periodista y líder comunitario boliviano Adams Ledesma Valenzuela, cometido en 2010 en un barrio precario de Buenos Aires.
El fiscal de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, Adrián García Lois, reafirmó lo dicho por Alak y aseguró a medios locales que "los familiares de los detenidos pueden estar tranquilos", porque "no hay rehenes, no hay ningún motín y todo está controlado dentro del penal".
Por su parte, el director del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, presentó hoy la renuncia "indeclinable" a su cargo, tras dar detalles de la fuga en rueda de prensa. EFE