La Organización Nacional Indígena de Colombia  (Onic) condenó hoy los ataques del pasado fin de semana a centros de  población civil en el departamento del Cauca y con los que la guerrilla  de las FARC causó seis muertos y unos 73 heridos.
 La autoridad  aborigen colombiana se lamentó en Bogotá de que las acciones de los  rebeldes hayan dejado de nuevo víctimas entre los civiles, en este caso  de la minoría étnica.
 Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de  Colombia (FARC) lanzaron del sábado al domingo pasados una serie de  ataques en las localidades suroccidentales de Toribío, Corinto, Jambaló,  Caldono, Mondomo y Siberia que, además de los muertos y los heridos,  dañaron más de 350 casas y edificaciones públicas, entre otros bienes.
 Los rebeldes utilizaron en algunas de las acciones un caballo y dos  vehículos cargados con explosivos, así como artefactos artesanales.
 "El uso por parte de la guerrilla de armas no convencionales, de  manera indiscriminada y en medio de centros poblados, constituye una  violación del derecho internacional humanitario y una violación de los  derechos humanos", advirtió la Onic en un comunicado público.
 La Onic hizo nuevamente una exhortación al Gobierno y a los insurgentes a  que "se logre una salida pacífica y política al conflicto armado" que  vive el país "y que continúa constituyendo un factor de riesgo y  extinción" de los pueblos indígenas.
 En el país sobreviven 102 etnias indígenas con una población de cerca de un millón de personas. EFE
