El presidente sirio, Bashar al Asad, rechazó haber utilizado armas químicas y señaló que no hay pruebas concluyentes de tal incidente, informó el domingo CBS en su programa de noticias "Face the Nation".
"No ha habido pruebas de que yo utilicé armas químicas contra mi propio pueblo", dijo el mandatario sirio en una entrevista realizada en Damasco.
"Hay una clara sensación de que están siguiendo de cerca lo que está ocurriendo en Washington", indicó el periodista Charlie Rose al adelantar la entrevista con el gobernante.
Asad, agregó Rose, "negó tener nada que ver" con el supuesto ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto en los suburbios de Damasco, tal y como asegura Estados Unidos que ha instado a atacar militarmente Siria en respuesta a esta violación de las normas internacionales.
Asimismo, el presidente sirio evitó confirmar si tiene acceso o no a este tipo de armas, según CBS.
En tanto que el Comité de Inteligencia del Senado de EE.UU. publicó hoy en su página web 13 vídeos en los que se ve las consecuencias sobre un grupo de adultos y niños del supuesto ataque con armas químicas.
En las imágenes, en principio divulgados por la cadena CNN, se puede observar a un grupo de niños sufriendo convulsiones tras el supuesto ataque, y varias personas tratando de calmarles y ofrecerles agua.
De acuerdo al Senado, la autenticidad de estos vídeos ha sido confirmada por los servicios de inteligencia de estadounidenses.
En su habitual discurso radiofónico de los sábados, el presidente Barack Obama instó al Congreso a no ignorar imágenes y apoyar la intervención limitada en Siria. El martes tiene previsto dirigirse a la nación.
El diario alemán Bild am Sonntag dijo el domingo que las fuerzas del Gobierno sirio podrían haber llevado a cabo el ataque sin el permiso personal de Asad, citando a la inteligencia alemana.
Los mandos militares sirios habían pedido al palacio presidencial permiso para usar armas químicas en los últimos cuatro meses y medio, según mensajes de radio interceptados por espías alemanes, pero el permiso siempre fue denegado, según el diario.
El Bild dijo que las comunicaciones por radio se interceptaron desde un barco de reconocimiento alemana, el Oker, que navegaba cerca de la costa siria.