El  presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, tildó este martes de "dictadores" a los  miembros de la FIFA y les advirtió de que hará frente "con  determinación" a su decisión de impedir a las jugadoras de fútbol de Irán disputar partidos con el velo o hiyab islámico.
 "He dado órdenes para que se siga el tema y se haga frente de forma  seria a esos dictadores que pretenden disfrazarse de demócratas",  afirmó.
 El mandatario iraní, confeso fan del fútbol, dijo que  se opone a aquellos que pretenden imponer costumbres y señaló: "Estoy  orgulloso de nuestras chicas".
 Al hilo de este argumento,  señaló que su país ya no considera el incidente un hecho deportivo,  "sino político", y que por ello ha pedido al vicepresidente y encargado  de cuestiones relativas al deporte, Alí Saeidlu, que se haga cargo  personalmente del asunto.
 El pasado viernes, la FIFA decidió dar por perdido a Irán por tres goles a cero el partido de clasificación para los Juegos  Olímpicos que debía disputar con Jordania después de que la federación  iraní se negara a que las jugadoras saltaran al campo sin el citado velo  y sin mallas bajo el pantalón.
 Acto seguido, Irán presentó una protesta formal a la FIFA e incluso instó a su presidente,  Joseph Blatter, a intervenir en persona para que la decisión sea  reconsiderada y el partido pueda volver a programarse.
 El  máximo organismo del fútbol internacional desestimó, sin embargo, las  alegaciones iraníes y le recordó que ya habían sido avisados con  antelación de lo que sucedería si las mujeres salían al terreno de juego  con ese tipo de vestimenta, prohibida por "motivos de seguridad".
 En Irán,  todas las mujeres, incluidas las extranjeras y las practicantes de  otras religiones, están obligadas a cubrirse la cabeza con un pañuelo y a  vestir túnicas largas y amplias que las tapen de la cabeza a las  rodillas.
 Las mujeres, además, tienen prohibido asistir al campo para ver partidos de fútbol masculinos.
