El nuevo primer ministro italiano, Enrico Letta, de 46 años y procedente del Partido Demócrata (PD), tomó ayer posesión de su cargo al frente de un Gobierno de coalición, en una ceremonia que se vio empañada por un tiroteo ante la sede del Ejecutivo en el que resultaron heridas tres personas.
A las 11:30 de Italia (04:30 de Ecuador) comenzó en el palacio del Quirinal, sede de la jefatura del Estado, la ceremonia de juramento de Letta y de su equipo de Gobierno, formado por personalidades de perfil técnico y por políticos tanto del PD como del conservador Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi y de Elección Cívica, de Mario Monti.
Un Gobierno de coalición con el que se espera que Italia ponga fin a dos meses de incertidumbre y bloqueo político, producto de los complicados resultados emanados de las elecciones del pasado febrero.
Sin embargo, durante la ceremonia de ayer se vivieron momentos de gran tensión a causa de la acción de un hombre que disparó ante la sede del Gobierno, situada a poco más de medio kilómetro del Quirinal, hiriendo a dos carabineros (policía militarizada) y a una mujer embarazada que pasaba por el lugar.
Durante la jornada, algunos analistas y políticos atribuyeron el suceso al clima de tensión en el que está sumido el país.
En este sentido, el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Beppe Grillo, formación a la que algunos han apuntado como instigadora de ese clima de tensión, quiso marcar las distancias con lo sucedido, aseguró que su partido no es violento y expresó su solidaridad a las fuerzas del orden.
Pese al tiroteo, la ceremonia de toma de posesión siguió su curso y la mayoría de los ministros fueron informados de los hechos solo cuando ya habían jurado el cargo.
Tras casi dos meses de infructuosas negociaciones, Letta anunció ayer que había logrado cumplir el encargo del presidente de la República y formar el nuevo Gobierno, salvando así el primer escollo en el camino para sacar al país del estado de parálisis política que atraviesa.
Ahora falta que acuda al Parlamento para pedir la confianza de ambas cámaras a su Ejecutivo, paso que se prevé que tenga lugar a partir de esta semana.
Un trámite del que se espera que salga airoso, sobre todo cuando parece que el equipo de Gobierno propuesto ha logrado relajar un poco las divisiones en el seno del PD -evidenciadas en la elección del jefe del Estado- que hacen temer votos en contra en el Parlamento.
Los diputados del PD tienen previsto reunirse antes de la votación, mientras aumentan los llamamientos a la unidad dentro de la formación y en la que, incluso, algunos de los denominados "rebeldes" dan señales de apoyo al Ejecutivo.
El Gobierno recién formado cuenta, igualmente, con el compromiso favorable de la formación del ex primer ministro Monti y aparentemente también con el del conservador PDL, aunque no pueden descartarse sorpresas.
En su discurso ante el Parlamento, Letta deberá intentar convencer, además, a formaciones que ya le han negado su apoyo como el M5S de Grillo, el partido Izquierda Ecología Libertad (SEL) -acudió a las elecciones en coalición con el PD- y Hermanos de Italia, grupo escindido del PDL, una tarea nada fácil.
La federalista Liga Norte ha expresado, por su parte, su “perplejidad” por algunos de los nombres del gabinete y ha advertido de que decidirá en función del discurso de Letta en el Parlamento.
Este partido espera que el nuevo primer ministro incluya algunos de los puntos que considera primordiales, como la creación de una macrorregión con las zonas más ricas del norte del país.
A la espera de lo que suceda en el Parlamento, analistas, políticos y medios de comunicación opinaron sobre el nuevo Ejecutivo, que no ha estado exento de críticas.
Entre los aspectos más destacados están el de la renovación generacional que supone, con una media de edad de 53 años, y una presencia récord de mujeres, un total de siete ministras.